Por Máximo Luppino.-

No son Batman y Robin, ni Superman y el Capitán América, tampoco los dulces payasos Fofo y Fosfito… ¿Son quizás los candidatos de una etnia superior? Según el propio Milei: “Somos superiores moralmente, estéticamente, somos mejores en todo y les duele”… La ausencia de espejos intelectuales, de introspección y mesura suele producir estos criterios extraviados de la hermandad humana, alejados de la empatía universal por el prójimo.

La interacción e interdependencia entre toda la creación es una realidad insoslayable. La toma de conciencia de que mi semejante posee valores y virtudes que complementándose con los de su entorno gestan una unidad creativa de superación grupal, no puede ser dejada de lado. A contramarcha de esta sagrada etapa aparecen algunos con ideas propias de las tenebrosas cavernas ideológicas.

En instancias donde el mismísimo presidente de Los Estados Unidos de Norte América, Joe Biden, propone que los que más tienen más tributen para beneficio de los que menos poseen, surgen los que parecen desafinar adrede con la dulce orquesta de la equidad universal.

Espert y Milei se presentan como autosuficientes, exitosos y vigilantes de un sistema vetusto y arcaico que en vez de ayudar al necesitado que cae en desgracia, propone castigarlo, excluirlos aún más. En el caso puntual de Espert dice que apresaría a dirigentes sociales como Juan Grabois por su condición de referente social. Aprovechamos para solidarizarnos con Juan por las agresiones recibidas. Grabois es un dirigente ejemplar que está comprometido con los más humildes de la patria, un hombre honesto y solidario.

Todas las personas son libres de pensar lo que gusten. Claro, sin acunar violencia criminal sobre los que posean ideas diversas. Lo correcto es ayudar, gestar virtud y empatía con los demás, sin deliberar pormenores de la vida ajena. Ayudar sin cuestionar.

Mientras Joe Biden se aproxima al sentir supremo del Mahatma Gandhi y trata de dirigir a la sociedad de su Nación hacia una vacunación total y completa e implementa inyectar dinero en los bolsillos de los habitantes de su país para gestar un círculo económico virtuoso, Milei propone “quemar el Banco Central de nuestra Nación”. Es bueno desconfiar de los que critican despegadamente a los políticos mientras realizan denodados esfuerzos para ingresar y pertenecer al mundo que atacan. ¿Por qué será?…

Hundir aún más a los pobres para darles más riquezas a los que ya nadan en dinero, separarse irreverentemente de nuestros hermanos latinoamericanos, lacerar al ya herido por los golpes de las eventualidades, una especie de Robin Hood a la inversa son estos dirigentes de mirada mezquina en una Argentina que cada vez es más fraternal con los necesitados.

¿En verdad creen que no van a necesitar de su prójimo? ¿Tan poderosos son? Claro, los superhéroes de peloteros son así, afrontan con éxito y valentía las indómitas aguas bravas de sus bañeras con aguas templadas, pescan peligrosas mojarritas en las peceras del living…

El sendero del bienestar es junto al otro, no contra el otro. Al margen de su historia, pertenencia o condición social.

DIOS a todos bendice, incluso a los que aún ignoran que sin el Padre Universal omnipotente nada existiría.

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