Por Carlos Tórtora.-

El kirchnerismo está construyendo su propio relato sobre el Mundial y la política. Según el mismo, Clarín y La Nación apostaron, de común acuerdo con JxC, a que la selección fuera eliminada, para evitar así una explosión de euforia popular que podría favorecer al gobierno. En esa línea habrían estado las críticas periodísticas al tono fuerte que usaron Messi y otros jugadores para dirigirse a los holandeses cuando terminó el partido de los cuartos de final. Siempre según este relato, los planes de Clarín se habrían desmoronado ante la extraordinaria actuación del equipo ante Croacia. Pero queda todavía la final y el relato kirchnerista apuntaría ahora a captar la alegría social. En la Casa Rosada hay sondeos para saber si el presidente Emanuel Macron se hará presente en Qatar. En ese caso es probable que Alberto Fernández viaje a la final e intente capitalizar un eventual triunfo.

Las campañas que se vienen

El caso es que las usinas k se estarían preparando para explotar el clima mundialista mediante varias campañas publicitarias a nivel nacional y bonaerense. El triunfalismo K trataría además que Messi y las figuras más populares de la selección se sumen a las campañas dando mensajes positivos sobre el futuro del país. La capitalización del éxito por parte del estado, que sólo sería posible si salimos campeones, tendría sin duda reacciones críticas y fuertes rechazos pero el gobierno igual iría a fondo sabiendo que no tendría otra oportunidad de esta dimensión para torcer a su favor el humor social.

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