Por Paul Battistón.-

Sin más vueltas, los resultados quedaron plantados en un 60% de desconfianza; por lo tanto Máximo Play se vio obligado a impartir la orden entre los intendentes del conurbano de poner fin a la victimización con respecto al atentado sufrido por la Vice. El desenredo de chats en busca de una financiación y luego tan solo de una conexión apropiada al relato va perdiendo rápidamente interés o peor aún, quienes desde un principio pusieron a la desconfianza como primera percepción no parecen estar dispuestos a darle el más mínimo interés que los medios de la propaganda K buscan revelar. Todo habría quedado para la propia tropa. Quizás no todo esté perdido; siempre habrá quienes se muestren indiferentes al acontecimiento pero después terminan catequizándose al compás del pensamiento colectivo. La renovación doctrinaria ya tiene la práctica de sus propios impulsores, esos que marchaban al punto cero de peregrinación antes de que el mismo fuera la geografía epicentro de la tragedia gestora de los nuevos textos sagrados, casi a la par de otro sacro espacio de Recoleta del viejo testamento doctrinario.

Para quienes ya practicaban la fe y en especial para los renovados del nuevo testamento, la beatificación pone cuestiones terrenales (institucionales) en un plano fuera de esta nueva democracia celestial. En cada tropiezo o afrenta está presente la elección superior de nuestra guía. Su calvario es el necesario para liberarnos definitivamente del neoliberalismo. Nada distinto a lo ya visto cuando el mal estaba encarnado en el imperialismo.

Aun cuando Cristina sea sentenciada, su candidatura está asegurada; cada dificultad es un nuevo impulso. Todo el peronismo está en sus manos, el senado es la demostración de esa posesión. Ante la contundencia de pruebas en las causas que cargan contra Cristina sería esperable de una agrupación política un intento de despegue salvaguardando la dignidad partidaria pero el peronismo no es un partido político y la fe ciega (o el descaro) es su regidor. El fracaso no puede dejar de ser el gran motivo para cultivar la fe (o la ceguera).

El movimiento se demuestra parando

La doctrina está perfectamente aceitada y su trabajo es fundamental para lograr el calor que logra la fricción, que a su vez es provocada por el tumulto, que es provocado por la arenga, siempre aglutinando como constante práctica religiosa.

El movimiento necesita movimiento (es el combustible de predica). Movimiento para no ir a ningún lado tal como un movimiento molecular. Un trozo de material donde la agitación molecular se eleva al ritmo de la incorporación de calor volviendo cada vez más intenso los movimientos cuya resultante de todas formas será nula desde el instante de mayor agitación hasta el hipotético instante donde haya perdido toda su energía. Nada se habrá movido. Un gran movimiento de quietud igual que el peronismo.

Massa con vencimiento

No hay antecedentes de un ministro de economía que dure más allá de una corta sucesión de desastrosa inflación. Por suerte para Sergio Massa, él no es ministro, es presidente del ministerio. Será un novedoso juego de percepción que colocara en disyuntiva a Damocles ¿Dónde cortar? Nada más peronista que la certeza de incertidumbre. La respuesta, desde la fe por supuesto.

La máquina de impedir

Obturar, obstruir, piquetear… mejor quitar las ruedas. La superación hacia la inmovilidad es el leitmotiv del movimiento. Algo así como el rumbo hacia el cero absoluto, ese punto en el que haciendo referencia a la temperatura las ecuaciones auguran la imposibilidad de la existencia de la materia. No resulta arriesgada la analogía de la imposibilidad de la existencia de Argentina de continuar en el intento de alcanzar ese punto de parate total, de enfriamiento de su economía ¿Qué más falta detener? ¿Qué otra cosa auspicia movimiento para que el Movimiento proceda a detenerla? Una moneda soberana, el combustible, el derecho a la circulación, la rueda (o por lo menos los neumáticos). Ninguno ha salido indemne ¿Vamos por las palabras o quizás las fronteras?

Hasta la miseria siempre

Resulta curioso que lo hiciera TV5 France, un canal propagandista de las izquierdas lights pero quizás el peso de la imagen pudo más, cubanos padeciendo en gemidos (lo más cercano a protestar) en una larga cola a la espera de su ticket para acceder a su ración de alimentos y ante su no sorpresa, de 100 tickets esperados sólo 60 fueron entregados (40 familias a su casa sin comer). Es el aspecto más doloroso de la inmovilización, es fácil ver en la entrega de esas migajas la futura evolución del ANSES en las ruinas de lo que quede de Argentina. La evolución natural de los planes luego de sembrada la incapacidad hacia los tickets de 100 gr de mortadela para acallar el justo llanto de reclamo desde la inanición.

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