Por Hernán Andrés Kruse.-
Ahora bien, si el átomo, la célula, el órgano, el animal y el hombre, la materia viva, en definitiva, tienen conciencia de su ser y de sus funciones, el universo tendrá también una conciencia de su ser, conciencia que debería denominarse “Dios”. Pero así como el átomo no es consciente o, mejor dicho, no sabe con certeza lo que es la célula, y así como la célula no sabe con certeza cómo funciona el cuerpo humano, el hombre no tiene conocimiento profundo de la naturaleza del universo, ni puede saber-al menos hasta el momento-cómo surgió ni qué había con anterioridad a su nacimiento, ni tampoco adónde se dirige. En fin, son demasiadas incógnitas cuya magnitud sobrepasa la capacidad del hombre para resolverlas.
El universo se rige por leyes inflexibles por completo inaccesibles para el entendimiento humano. De ahí lo difícil que resulta materializar la idea de Dios. A pesar de ello, el hombre ha intentado hacerlo desde siempre. Algunas veces ha encarado la tarea desde una óptica religiosa, y otras desde un enfoque enteramente filosófico. No hay que confundir, advierte De la Torre, el dios religioso con el dios filosófico. El primero es una persona accesible; el segundo, por el contrario, constituye una abstracción prácticamente inaccesible. El dios religioso nació con el hombre mismo, con ese hombre que, acurrucado en las cavernas, sentía terror por todo lo sobrenatural. El dios filosófico, en cambio, es fruto del espíritu reflexivo y de las leyes naturales, modificándose su concepto a medida que aumenta el bagaje de conocimientos del hombre.
La incógnita de dios es el problema que más ha perturbado a la mente humana. La confusión reinante es por demás extrema y “más de un investigador que se considera absorbido de buena fe en el estudio de un determinado fenómeno biológico”, no percibe que, en el fondo y sin darse cuenta de ello, “está buscando en realidad, encarnizadamente, una prueba de la no existencia de Dios”. De ahí la necesidad del hombre de no dejarse hipnotizar por estas fascinaciones. Dios tiene, sentencia De la Torre, la obligación moral de no violar las leyes naturales y de no perturbar la actividad científica que se realiza en los laboratorios, salvo que los hombres de ciencia hayan agotado su capacidad exploratoria. No debe permitir, a su vez, que se invoque su nombre para menospreciar los logros de la ciencia que, aunque limitados, merecen ser tenidos en consideración. Cuando la ciencia se subordina a prejuicios que remontan a la infancia de la humanidad, no hay progreso moral e intelectual posible, con lo cual los pueblos quedan condenados a vivir prisioneros de los dogmas anquilosantes. Afortunadamente, las concepciones pueriles de las sociedades primitivas no duran eternamente. Es cierto que resulta mucho más seductora y sencilla la hipótesis de un creador que hizo surgir el universo en seis días (a la que le haría falta aclarar, sin embargo, qué razón pudo tener el creador para crear el mal), que la moderna teoría de la evolución lentísima de las especies y de su adaptación al medio. Pero también es cierto que ninguna sociedad puede ser verdaderamente libre si no se atreve a discutir con rigor científico la infalibilidad de las verdades reveladas.
Las creencias religiosas positivas se mueven en su propio ámbito, lejos del alcance de la ciencia y del razonamiento. Muchos creen en lo que dice la Biblia, al igual que aquéllos creían, hace unos 3 mil años, en la realidad del Olimpo y de sus Dioses. Y si hoy día muchos creen, o fingen creer, en dogmas cuyos contenidos han sido plenamente refutados por la ciencia, en la antigüedad los ídolos paganos eran literalmente adorados por los hombres más instruidos de aquella época. La religión católica negó durante siglos la redondez de la tierra y su estructura institucional-el Vaticano-obligó a los católicos españoles a no ocuparse del sistema de Copérnico. Ello pone de manifiesto que los sistemas de creencias estructurados por las religiones son independientes de lo estipulado por las leyes naturales, situando al hombre en lo más alto del podio y transformando a su inmortalidad en una cuestión de fe. De esa manera Dios, quien era considerado como el primer principio de la energía y de la vida, se convierte en una persona, en un héroe de carne y hueso admirado e idolatrado por la feligresía. Para las religiones Dios habría creado la tierra de la nada y situado en ella al rey del universo, y habría esparcido las estrellas en el cosmos como simples objetos de decoración. Una estrella habría servido de guía a los reyes magos en su viaje a nuestro planeta. Así lo afirma el Evangelio como si fuera la cosa más natural del mundo. “Puede verse”, agrega De la torre en un párrafo por demás ilustrativo, “también en la Biblia cómo Dios bajaba a la tierra a conversar con los hombres, en los tiempos primitivos, les daba consejos y les aplicaba castigos inverosímiles. Al profeta Ezequiel le ordenó que se comiera un libro sagrado y el profeta se lo comió… y también le ordenó que en expiación de los enormes pecados del pueblo de Israel, comiera todas las mañanas excrementos humanos y como el profeta se quejara de la crueldad del castigo lo autorizó a que los reemplazara con estiércol de buey… Y al profeta Oseas, a fin de poner a prueba hasta dónde llegaba en el acatamiento a sus órdenes, le ordenó seducir a la mujer de un amigo y el profeta lo hizo, pero en descargo de su conciencia, por tan mala acción, dio a la cómplice 15 piezas de plata y algunas fanegas de cebada”.
Semejantes ocurrencias nada tienen que ver con las profundas reflexiones vertidas sobre el tema por los pensadores y los filósofos espiritualistas que la teología invoca de continuo. Tales ocurrencias nada tienen que ver, por ejemplo, con el Dios aristotélico definido por el estagirita como el “Pensamiento del pensamiento”, ni con el Dios platónico concebido por el autor de la “República” con el Bien. Las religiones positivistas no profundizan el análisis del enigma de Dios. No ahondan el asunto metafísicamente. Muy por el contrario, edifican un Dios concreto destinado a relacionarse directamente con los hombres, aunque sea de manera convencional. Las religiones positivas creen en los milagros, en los dioses que multiplican panes y curan con palabras a los epilépticos y resucitan a los muertos. Quien no crea en estos milagros es considerado por la teología directamente un ateo, es decir, un enemigo.
Las masas necesitan dioses que se adecuen a su mentalidad y espíritu. Es por ello que, a los efectos de edificar una religión destinada a recepcionar la mayor cantidad de adherentes posible, nada mejor que la promesa del Evangelio de que, al final de los tiempos, los muertos resucitarán en el cielo en cuerpo y alma. La metafísica de Platón, o la del estagirita, en cambio, no sirven para ese objetivo por su elevado grado de abstracción. La conquista espiritual de la masa no se consigue intelectualmente sino emocionalmente. Y bien, el hecho de que la ciencia no esté en condiciones de explicarlo todo, no autoriza a hacer creer a la gente que los muertos pueden resucitar al tercer día; “y tampoco existe relación lógica”, afirma De la Torre, “entre la eventual necesidad de reconocer una causa primera de la vida universal y los atributos que la fantasía mística, a veces enfermiza, otorga a los dioses-hombres o a los hombres-dioses”. Si la cuestión se circunscribiera exclusivamente en la divinidad de la substancia vital ¿le importaría algo a dicha substancia divina la decisión del hombre de adorarla? Si no la adoran las demás especies (y, aparentemente, a la substancia en cuestión parece importarle poco y nada) ¿por qué habría de interesar en lo que de ella piensa el hombre, tan materia viva como las demás especies? Además ¿qué motivo tendría la substancia divina, supuesta creadora del universo, en imponer al hombre tremendos castigos que comienzan con el pecado original del que un recién nacido debería carecer de culpa alguna? Sin embargo, la teología convierte la adoración de un ser supremo en el objetivo principal de la vida humana, y la Iglesia exige a los gobernantes que impongan dicha adoración.
La teología atribuye al ser supremo una necesidad imperiosa de ser adorado e idolatrado por los súbditos, constituyendo el incienso una herramienta de manipulación psicológica de gran importancia. Creyendo así enaltecer la idea de la divinidad no ha hecho más que degradarla. La palabra del ser supremo es sagrada y quien osa rebelarse es merecedor de los peores castigos. Al ser terrible, la cólera divina sirve como perfecto antídoto contra cualquier atisbo de libre albedrío. De la revelación al derecho que invoca la teología para imponer creencias milagrosas y sobrenaturales, hay sólo un paso. Ello explica por qué razón es tan ilegítimo que el sistema de dominación imponga determinadas creencias religiosas por la fuerza, como así también el perseguirlas. Nada más injusto y atentatorio de la libertad individual que el estado intervenga en estas cuestiones. Por el contrario, su neutralidad constituye un soporte fundamental de toda genuina democracia republicana. Las teocracias siempre fueron nefastas y siempre lo fue la infiltración del clericalismo tanto en la educación como en la justicia. Es inadmisible que la revelación descalifique a la ciencia. Le resulta irrelevante, por ejemplo, que la ciencia haya demostrado fehacientemente que la luz del día emana exclusivamente del sol. Los súbditos están obligados a creer lo que dice el Génesis: “que Dios hizo la luz el primer día separándola de las tinieblas y el cuarto día hizo el Sol y las estrellas. Durante cuatro días habría habido luz en la Tierra y los días habrían estado separados de las noches sin haber Sol”. Pues bien, frente a semejantes alucinaciones la ciencia debe callar. Frente a la Biblia hay que arrodillarse; no hacerlo es cometer pecado mortal.
Para combatir a la ciencia la teología se vale de determinadas y eficaces armas tendientes a atemorizar a los súbditos. La predicción del fin del mundo y la descripción del infierno constituyen dos de las más idóneas. En efecto, el Evangelio dice: “Y luego, después de las tribulaciones de aquellos días, el sol se obscurecerá y la luna no dará su lumbre y las estrellas caerán del cielo y las virtudes del cielo serán conmovidas (…) En verdad os digo que no pasará esta generación que no sucedan estas cosas”. Pero el tiempo pasó y el mundo no se destruyó, lo cual pone de manifiesto que el Evangelio, como fuente de conocimientos, es, cuanto menos, objetable. Hoy, afortunadamente, nadie piensa en el fin del mundo-especialmente tras la caída del comunismo stalinista-. Por el contrario, hoy en día prima el concepto científico de que la energía, lejos de perderse, se transforma, con lo cual se torna factible la posibilidad de una reconstrucción eterna de la materia y de un perpetuo recomenzar del universo; en definitiva, se torna factible la posibilidad de la eternidad física. Pero la cuestión del fin del mundo tiene otro aspecto, grave por cierto. Y es el siguiente. Los muertos que, resignadamente, esperan en el purgatorio el juicio final para ingresar al reino de los Cielos libres de toda culpa, se verían frustrados y defraudados si no hubiera, como consecuencia de la eternidad del mundo, juicio final. No puede sustentarse, por lo tanto, en la explicación del enigma del Universo brindada por la revelación divina. Es cierto que la ciencia falla en parte, pero sucede que la revelación falla en todo, emanando sus hipótesis religiosas de conceptos por demás arbitrarios, cuyo acatamiento no puede exigirse a los librepensadores.
A pesar de la presencia incuestionable de esta situación, las creencias religiosas ostentadas en el temor a lo sobrenatural, a lo desconocido y a la muerte, perdurarán mientras los hombres no se liberan de tales miedos. El miedo esclaviza al hombre, impidiéndole ser una persona; y al no ser una persona se transforma en un campo muy apto para la germinación de todo tipo de supersticiones. La ilusión de una vida futura, la ilusión de la inmortalidad, implica para muchos un consuelo que desean conservar a toda costa, aún a sabiendas de que son víctimas de un engaño. No importa: el miedo a la muerte es demasiado perturbador. “No basta, sin embargo, que una doctrina filosófica o religiosa pueda servir de consuelo y parezca útil, es necesario que no sea absurda”, expresa De la Torre. Hay muchos que, sin llegar al extremo de hacer del espíritu un dios antropomorfo, reclaman, “creyendo sentir lo inmaterial en el prodigio del pensamiento consciente y en las aspiraciones multiformes del hombre hacia la eternidad”, para el espíritu un papel más relevante en la concepción del universo. Otros ponen sobre la mesa como prueba irrefutable de la existencia del más allá-la inmortalidad-la realidad del sentimiento religioso. Se ha reiterado que el hombre es esencialmente un animal religioso. Pero dicho sentimiento no sería otra cosa que una de las tantas manifestaciones del anhelo humano de eternidad, sentimiento que habría sido desviado, lamentablemente, al campo de las supersticiones y de las idolatrías a través de la explotación vil de la evidente pequeñez del hombre y de su no menos evidente ignorancia.
Es incuestionable que el espíritu tiene, respecto al desenvolvimiento de la humanidad, un papel preponderante. “Es, dice De la Torre, la antorcha poética que guía su marcha doliente, es el creador de sus éxitos y el que ennoblece sus sacrificios. La obra de los pensadores y los sabios, la inspiración de los poetas, la abnegación de los filántropos, son los títulos más puros que puede ostentar un pueblo”. Pues bien, nada de lo expresado precedentemente está subordinado a la existencia de aquellos dioses creados ayer por el hombre y destruidos por el mismo hombre al día siguiente. Pasaron los dioses del Olimpo, pasaron los mitos del paganismo nórdico que Hitler intentó restaurar, en fin, pasaron todos los mitos habidos y por haber y no hay razón para que mañana no emerja otro culto, fundado como los anteriores, en revelaciones anticientíficas, en fantasías, en alucinaciones, en supersticiones. Además, la humanidad es, en comparación con el conjunto de los mundos y de las especies, una fracción inapreciable; y dentro o fuera de ellas, adonde clave la mirada el hombre únicamente hallará, como realidad palpable, la permanente e implacable lucha de las especies por su supervivencia. Porque más allá de la tierra, lo desconocido nos abruma.
Dice la teología que la creación exige un creador, con lo cual rechaza de plano la hipótesis de un universo eterno. A la pregunta ¿quién hizo el universo? la religión contesta: Dios. Pero la teología afirma, a su vez, que Dios no tuvo principio ni tendrá fin, es eterno. Pero, afirma De la Torre, el universo tiene tanto derecho como Dios para ser eterno. ¿Por qué Dios es eterno y el universo no? Porque ambos serían, en definitiva, la misma cosa, en coincidencia con la famosa definición panteísta brindada por Spinoza: “No hay entre Dios y el Mundo sino una diferencia de puntos de vista”. Como prueba concluyente del origen divino del universo, la teología destaca su intrínseca armonía. En efecto, existe una regularidad tan asombrosa en el cumplimiento de las leyes naturales y una no menos asombrosa adaptación al estilo de vida de los seres organizados que el universo se presenta como un conjunto plenamente armonioso y coordinado. Sin embargo, la vida del hombre en sociedad está lejos, muy lejos, de esa utopía enarbolada por la teología. En efecto, parecería que el hombre estuviera condenado a vivir en un clima hostil e intolerante, plagado de violencia y miseria. La desarmonía y el dolor serían, entonces, las características fundamentales de la vida humana en sociedad, no la armonía y el orden, tal como lo estipula la teología. Es que la armonía que rige la vida de la materia y el movimiento de los astros, es inexistente en las sociedades humanas. A pesar del crecimiento tecnológico y científico por ellas experimentado, el hombre sigue sin resolver el problema fundamental: su felicidad. La moral decae abruptamente y aumenta casi patológicamente el deseo del hombre de aniquilar a sus semejantes. “Sus males no tienen remedio”, manifiesta De la Torre. El despotismo, la pobreza y la revolución ponen en peligro la civilización humana. Y Dios vería semejante espectáculo con fría indiferencia. ¿Dónde se encuentra, por lo tanto, la armonía preestablecida? En medio de tanto descalabro, de tanto desatino y de tanta maledicencia, la labor solitaria de los investigadores que consagran su vida a la ciencia adquiere el carácter de un genuino sacerdocio. Gracias a ellos el nivel de vida de los seres humanos aumenta sin cesar, con lo cual resultan merecedores de nuestra gratitud y de nuestro más profundo respeto.
A manera de colofón
Esta admirable reflexión filosófica de De la Torre constituye una joya del pensamiento humano. Con claridad meridiana y profundidad incuestionable, demuele con argumentos inquebrantables esas “mentiras vitales” que adormecen el espíritu de los pueblos. Además, anatematiza sin piedad la vanidad del hombre, esa vanidad que lo lleva a creerse el rey del universo, el centro del cosmos, el único ser hecho a imagen y semejanza de Dios. Estas reflexiones encierran un profundo respeto por todo lo que el hombre desconoce, que es ilimitado. Dan forma, pues, a un pensamiento que hace un culto de la libertad individual, del libre albedrío, de la facultad del hombre de obrar por sí mismo. Estas reflexiones constituyen un hermoso homenaje a un sistema de ideas que sitúa a la dignidad humana en lo más alto: el liberalismo.
21/09/2019 a las 11:56 AM
¿ Qué razón pudo tener el Creador para crear el Mal?
Para posibilitar al HOmbre ser la LIBRE!
Ante al alternativa de tener que elegir entre el Bien y el Mal el Hombre tiene que sentir, pensar y ejercer su voluntad para «llegar a ser lo que él y solo él debe ser».
Imposible le fuera a cada Hombre SER el ÚNICO que cada uno ha se ser , si no pudiera realizar su existencia ejerciendo la libertad que necesita ejercer para SER. eN ESTA VIDA ha de elegir entre lo bien y el mal, lo bello y lo feo, lo verdadero y lo falso. Es el profundo sentido de la sentencia Sanmartiniana: «Seras lo que debes ser o no seras nada».
Los minerales, los vegetales y los animales NO PUEDEN ELEGIR QUE DEBEN SER. Su SER Y SU MODO DE SER les son dados. Carecen de LIBERTAD,
Saludos con todo afecto.
21/09/2019 a las 7:24 PM
En principio muy intersante el tema que trae Hernán Andrés Kruse.
Para mi manera de pensar, el hombre nace con una estructura cerebral que podemos
resumir en dos grandes diferencias, tendencia a la credulidad o a la incredulidad.
Esa condicion natural primigenia da origen a la grieta entre religiosos y ateos.
Algunos con fundamentos filosoficos o logicos, otros naturalmente.
Curiosamente esta dualidad entre credulos e incredulos, como cara y cruz de una misma
moneda, tambien la podemos encontrar en distintas manifestaciones del pensamiento o
en la misma naturaleza.
En el primer caso, por ejemplo, el bien y el mal, en el segundo, luz y sombra, esto es solo
por dar un pequeño ejemplo, hay infinidad de ellos.
Luego, si como pienso, hay una condicion natural ya pre inicial a pensar en uno u otro
sentido, cual es el sentido de discutirlo, si sabemos que cada uno abrevara en los
argumentos que den verosimilitud a su creencia.
Una grieta natural, pre existente y eterna. Esto que digo, justifica el hecho de que,
personas que tienen estudios cientificos y «trabajan de cientificos», son creyentes religiosos.
Digo, trabajan de cientificos aunque en esencia no lo son, pues al verdadero cientifico,
detras de cada descubrimiento, le apareceran nuevos interrogantes.
Sin embargo estas personas nacidas credulas, aunque con formacion cientifica, disocian su
tarea, de su angustia existencial.
El hombre no puede tolerar la incertidumbre, necesita certezas, solo asi puede encarar el
camino de la vida.
Con respecto a los animales, solo la ignorancia del hombre actual, puede determinar que
ellos no tienen angustia existencial, con lo que ello conlleva, a lo que hay que agregar
muchas preguntas que nos hacemos los humanos.
Hemos visto miles de casos, que la conducta de los animales no son solo instinto,
tambien tienen sentimiento de raza y de solidaridad, con lo cual podriamos abrir un
interrogante y dejar para cuando el hombre avance en su conocimiento de ellos, si
acaso creen en algo o tienen conciencia del universo, porque en el ambito que
habitan la tienen, en muchos casos en mayor grado que el mismo ser humano.
Atte. Ironics
PD:
Dejo para otro momento el uso que hacen de las religiones como instrumento de
dominacion, porque me parece mas interesante esta vez, hablar del individuo.
21/09/2019 a las 11:05 PM
Lo que contiene la Biblia es lenguaje figurado. Obviamente, Dios creo el Universo em seis dias. Pero habia dias antes de la creacion? «Cuando la Luna lloraba astillas de plata, la muerte del sol», el poeta no pretende una descripcion objetiva. Kruse, leyes de la termodinamica, entropia, el Universo no es eterno, en algun momento se apaga. Como la pila Eveready Kruse, cuando el diferencial de electrones entre el positivo y el negativo se nivelan, te queda cero energia y todo materia inerte. «Nada se crea, nada se extingue, todo se transforma»; La fisica no explica por si la existencia de la materia, ni del universo, ahi queda abierta la posibilidad de una creacion por encima de la propia fisica (Dios). Luego si hay evolucion o no, tema distinto a la creacion. Para que algo evolucione, previamente debe existir: hay una argumentacion que contrapone creacion con evolucion, nada que ver, otro tema. Creo que hay evolucion en el campo de la biologia, el exponente mas alto de esa evolucion, los humanos de Raza Blanca. No existe el evolucionismo en fisica como lo afirma el materialismo historico de Marx, lo desmiente la teoria cuantica, en cuanto certifica la «discontinuidad de la materia».
21/09/2019 a las 11:25 PM
Donde puse materialismo historico, deb decir materialismo dialectico.
22/09/2019 a las 8:56 PM
Cuando se habla de evolucion en antropologia o biologia/genetica evolutiva nunca se habla de «razas.
Los humanos de «raza» blanca no somos superiores tampoco somos «puros» como creen los supremacistas blancos del SurEste de EEUU.
Los de «raza» blanca somos el resultado de la hibridizacion de Homo sapiens arcaicos o Cromagnon con Homo neandertales aunque de este ultmo solo quede en los ultimos milenios un % genetico muy bajo, hemos heredado de ellos el cabello lacio u ondulado y la piel.
No hay nada de superior en la raza blanca, no somos mejores que los de otras razas es mas para los cientificos el concepto raza entre los humanos no existe.
Nos asustamos que los aztecas, mayas e incas practicaban sacrificios humanos hasta los 1400s y nos olvidamos que los vikingos aun en la Edad Media practicaban sacrificios.
La quema de las brujas no es diferente a los sacrificios humanos de mayas, incas y aztecas ya que tiene una connotacion religiosa. Se sacrificaron brujas en Europa entre 1450 y 1750. En EEUU en 1695 sacrificaron supuestas brujas en Salem. Nunca se sacrificaron brujos, siempre mujeres.
La inquisicion catolica es otro tipo de sacrificio humano llevado a cabo entre 1478 y 1834 se sacrificaban «herejes» tambien una connotacion relgiosa. La inquisicion protestante (calvinista) comenzo en 1555 en Suiza y tambien «castigaban» o «sacrificaban» herejes al altar de Dios.
Las primeras civilizaciones comienzan entre gente que no es de «raza» blanca en India y China ademas del Medio Oriente.
El desarrollo cientifico de europeos y americanos actual nunca se hubiera llevado a cabo sin los descubrimientos de hombres del pasado lejano y no eran «blancos». La ciencia actual es un encadenamiento de conocimientos que comenzaron hace mucho tiempo y en lugares lejanos.
Saludos.
22/09/2019 a las 9:28 PM
Somos casi todos los habitantes de este planeta, el resultado de la hibridizacion no solo los «blancos» como dije. Los llamados «blancos» tenemos genes Neanderthal, y los asiaticos, melanesios, polinesios, nativos australianos y nativos americanos son el resultado de una triple hibridizacion tambien tienen genes denisova.
Solo una pequena poblacion a nivel global los africanos sub-saharianos no tienen genes Neanderthal, aunque los africanos del norte si lo tienen.
Somos casi todos descendientes de mestizos ancentrales. Saludos y Feliz domingo !
22/09/2019 a las 1:29 AM
La teoria creacionista debería explicar la existencia de Dios a partir del instante anterior
a El mismo.
Porque de la nada solo se puede esperar nada.
Buscar respuestas fantasticas o magicas como la creacion, es no usar la logica, por lo
cual ningun cientifico serio avala esa teoria.
Donde si hay discusiones entre cientificos, es respecto del origen en cuanto al Big Bang.
La subterranea maquina colisionadora de hadrones construida en Suiza para saber
la naturaleza de la materia en el origen del universo, dara alguna pista en ese sentido.
En cuanto a lo religioso, esta atado al dogma abstracto, por lo tanto nada puede agregar
en cuanto a lo ya dicho.
De todos modos, asi se descubra el origen del universo y se llegara a saber exactamente
como fue y cual sera su destino, habra personas que igual seguiran creyendo en un ser
sobrenatural omnipresente, por los motivos que señale oportunamente mas arriba.
Atte. Ironics
22/09/2019 a las 8:41 AM
El tema de la creacion o no es filosofico cientifico, mas alla de las religiones. La fisica explica a partir de lo dado, hay Big Ban porque previamente hay una energia/materia concentrada. Cual es el origen de esa materia/energia, no pudiendo ser la nada? Esa materia/energia se rige por complejas leyes que ponen como evidente haber sido concebidas por una altisima inteligencia (leyes de la fisica y la biologia). Por la ciencia misma no llegas seriamente a la respuesta final.
22/09/2019 a las 1:02 PM
Ruperto, vos sos mamerto.
22/09/2019 a las 9:19 PM
Si, soy Mamerto. Ya que vos estas sobrio, opina algo sobre el tema
22/09/2019 a las 9:32 PM
Ruperto: Excelente respuesta !
22/09/2019 a las 1:14 PM
«Sus males no tienen remedio».
Que lo tiro!…La frase era de De la Torre.
Yo pensé que era de algún médico, perdido en alguna provincia.
22/09/2019 a las 5:46 PM
YO HICE EL MUNDO EN SIETE DIAS. PERO HABIA UNOS GUACHOS QUE ME
CARGABAN, QUE NO LO IBA TERMINAR, QUE ME SALIO COMO EL CULO, QUE
ESTO, QUE LO OTRO, HASTA QUE ME CANSE Y LOS CAGUE A PIEDRAZOS A
TODOS ESOS BOLUDOS. ESO EXPLICA EL UNIVERSO.
SON PIEDRAS ESPARCIDAS POR EL ESPACIO, ARROJADAS CON MUCHA BRONCA.
OTRO DIA LES EXPLICO LO DE LOS AGUJEROS NEGROS. POR AHORA, NO VOY
A REVELAR LAS INTIMIDADES DE LAS MINAS QUE ANDUVIERON CONMIGO.
22/09/2019 a las 7:57 PM
Las reliigiones fueron el principio de la ciencia, de la organizacion de la sociedad, de las leyes. Los religiosos del pasado trataron de explicar la vida, nuestra propia existencia.
Primero miraron al cielo, y se dieron cuenta que Dios podria estar arriba ya que el sol y la lluvia ayudaban a conservar y propagar la vida; pero tambien las inundaciones, huracanes la destruian.
Pisaban el suelo que le otorgaba alimentos y refugio pero al mismo tiempo sufrian terremotos.
Vivian atemorizados que la vida en la tierra, se podria perder de una manera subita por un enojo de esos Dioses que vivian en los cielos, o esa diosa que como una madre les daba alimentos, pero que a veces temblaba.
Entonces, decidieron apaciguar a los dioses y mantenerlos felices. Asi, nacieron las religiones que impusieron leyes .
Observando a los astros y a los frutos que nacian en la tierra, se dio comienzo a la ciencia.
Lo que define a una religion es su doctrina, no sus mitos. Los mitos son antiquisimos quizas anteriores a la hibridizacion entre sub especies humanas que dio nacimiento al hombre actual.
Los mitos, leyendas, parabolas, ayudan a ensenar la doctrina.
La creencia en la virgen madre (madre tierra) tiene diferentes variantes entre las religiones monoteistas y aun entre las politeistas. Muchisimas creencias veian a la luna como el reflejo de la tierra (tierra y luna era una sola).
La creencia del hijo sacrificado nacido de la madre virgen (simiente, frutos, cultivos) lo mismo. Por eso, que algunas religiones lo representan como un dragon o una serpiente emplumada (union de cielo y tierra).
La creencia en el Dios de los Cielos que incluye no solo el sol, ademas este a veces se le une a la trinidad de la tormenta (trueno, rayo, lluvia) como si fuera un solo ser que se presenta con varias formas, tiene tambien raices muy antiguas.
No obstante, las religiones tambien tienen su cuota de verdad porque en realidad fueron el principio de la ciencia.
El Popul Vu de los mayas habla de la evolucion humana, relata que Dios probo hacer un ser humano y la primera vez no le salio del todo perfecta porque creo un mono. Entre los hindues se adora a Hanuman el Dios Mono. La adoracion de un Dios-Mono antecede al budismo en China.
Entre las monoteistas, la creacion de los 7 dias si cambiamos dias por eras, no describe la secuencia evolutiva de vida en la tierra.
Todo esto lo saben los lideres de las religiones monoteistas. No es sorpresa que un cura fuera uno de los creadores de la teoria del big bang y otro comenzara con los estudios sobre genetica.
Tampoco es sorpresa que Pio XII en su enciclica afirmara que la evolucion no contradecia el cristianismo.
Los lideres musulmanes del pasado eran cientificos, lo mismo que los rabinos judios (rabino significa maestro) y Darwin estudio religion en Cambridge antes de su gran viaje en el Beagle.
Aquellos que crean guerras religiosas son los que leen los libros sagrados de manera literal, no entienden el mito, no entienden el mensaje simbolico.
23/09/2019 a las 12:37 AM
SEÑORA MARIA O’CONNOR, PODRIA EXPLICAR QUE QUISO DECIR ?
PORQUE LA NOTA HABLA DE OTRA COSA, NO DE RELIGION.
AHORA SI USTED ADJUDICA TODO LO EXISTENTE A LA RELIGION,
ENTONCES DEBERIA CONSULTAR ALGUN LIBRO DE FISICA A VER
SI COINCIDE CON SU PUNTO DE VISTA.
LA VERDAD, ME DEJO PENSANDO.
23/09/2019 a las 3:15 AM
Sigue pensando, pensador.
Creo que lo que no entiendes es porque en parte estoy hablando de como algunos pueblos muy antiguos entendian la religion.
Religion es un conjunto o sistemas de practicas en relacion a una actividad espiritual y a traves de ritos, ceremonias y oraciones la gente intenta estar en contacto con su Dios (o dioses si es politeista).
A veces tendemos a llamar «religion» solo a nuestra religion. Religiones no son solo las monoteistas como la cristiana, judia o musulmana. Existen tambien las religiones politeistas que algunos llaman paganas, pero la gente que cree en esas religiones las cree autenticas como vos crees autentica tu religion.
Leiste el art del Sr. Kruse ?
23/09/2019 a las 8:54 AM
SEÑORA YO NO HABLE DE MI RELIGION, QUE POR OTRA PARTE NO TENGO.
SOLO USTED DIRECCIONA EL TEMA.
EN NINGUN MOMENTO HABLA USTED DE LA RELIGION COMO UNA MANERA
DE SOMETIMIENTO, NI COMO FACTOR DE PODER.
LA NOTA HABLA DE LAS DOS CORRIENTES DE PENSAMIENTO CIENTIFICO.
CREACIONISTA O EVOLUCIONISTA, NO SE ME VAYA POR LAS RAMAS QUIERE.
23/09/2019 a las 5:33 PM
Ante todo le digo que soy agnostica.
No no hable de sometimiento ni factor de poder, hable como comenzaron las religiones en las cavernas sobre lo cual tambien habla el art si lo lee detenidamente.
En otro comentario en este mismo foro hable de la inquisicion, sacrficios humanos, etc respondiendole a Ruperto y eso es sometimiento.
Las religiones como la energia nuclear tiene un lado positivo y un lado negativo. Es como el mitico arbol del bien y del mal, todo depende como uses el fruto.
La energia nuclear se usa en medicina de manera positiva, se uso en Hiroshima y Nagasaki de manera monstruosa. La religion o la curiosidad religiosa dio origen a las ciencias, leyes, etc
El sometimiento llego cuando el poder economico y politico se unio al religioso. Por eso, la importancia de separar iglesia y estado.
Mis ancestros eran irlandeses, y fueron victimas de sometimiento politico y religioso colonial a fines de los 1800s cuando toda Irlanda estaba bajo la colonia britanica.
Por eso, soy agnostica y tampoco sigo ideologias politicas, para mi la derecha y la izquierda son iguales y entendera porque le digo esto si sigue leyendo mi comentario.
El protestantismo ingles colonial unido al liberalismo laissez faire que gobernaba desde de Inglaterra dejaron morir de hambre a casi dos millones de personas incluyendo ninos.
Un 1/8 de la poblacion irlandesa catolica murio de hambre. No murieron los protestantes porque eran parte del poder.
Irlanda sufrio una peste en la papa que asolo toda Europa pero en el resto de Europa el estado le dio de comer a las personas que sufrian hambre. En Irlanda no le dieron de comer porque el poder colonial protestante y liberal laissez faire dijo que «dar de comer a los hambrientos seria controlar el mercado ya que habria que pedirle a los terratenientes.
Los terratenientes protestantes eran duenos de las tierras que le habian quitado a los nativos irlandeses (catolicos) cuando a los catolicos Inglaterra le quito el derecho de propiedad, voto y educacion.
Si. Increiblemente, es dificil explicarle a los liberales que Inglaterra bajo gobierno protestante capitalista liberal laissez faire le quito el derecho de propiedad a los irlandeses catolicos como luego hizo el comunista y ateo Stalin.
Como el comunista Stalin, el poder colonial ingles capitalista y liberal, tambien provoco una hambruna, ya que la peste de la papa asolo toda Europa pero el gobierno colonial se nego a darle de comer a los hambrientos catolicos, si a los protestantes que eran descendientes de los invasores.
Por eso yo soy agnostica y tengo una licenciatura en sociologia y antropologia asi que no creo en mitos religiosos. En EEUU donde resido me gradue, y se puede hacer dos estudios si se lo desea, uno se elige como «major» y el otro como «minor».
Si bien el poder colonial ingles capitalista neoliberal y protestante le quito el derecho de propiedad, educacion y voto a irlandeses nativos («penalty laws»), la curia romana no hizo nada para impedirlo.
Lo unico que hicieron los catolicos fue facilitar la huida de millones de irlandeses que llegaron como refugiados a Argentina, Australia, Estados Unidos, Canada y otros paises. Incluyendo, Japon este pais le dio refugio a algunos irlandeses que escapaban.
Como estudie antropologia le digo que las religiones dieron comienzo a las ciencias y la organizacion de un pueblo (leyes) pero no crea que no entiendo el sometimiento y el poder que ejercen. Mis antepasados lo sufrieron en carne propia.
Mis abuelo paterno llego solito con 8 anos y una hermanita de 12 a Argentina, su padre mi bisabuelo murio de hambre en Irlanda, mi bisabuela tomo el barco con ellos pero fallecio en el trayecto. Mi abuelo y su hermanita fueron recogidos increiblemente por una familia que luego con el tiempo se convertiria en mi familia paterna.
Mi padre era sobrino nieto de quienes criaron a mis abuelo paterno en Argentina. Todos Irlandeses y esa es mi herencia cultural.
Como los protestantes masacraron a mi flia en Irlanda y como la curia catolica no hizo nada no creo en religiones. Como los liberales laissez faire hicieron en Irlanda (hambruna, quita de propiedad etc) lo mismo que hicieron los comunistas, tampoco sigo ideologias.
Saludos.
Sobre
23/09/2019 a las 7:02 PM
BIEN MARIA, BASTA POR HOY. SOLO DEJAME DECIRTE QUE EL AGNOSTICO
ES UN ATEO QUE DESEA ESTAR EQUIVOCADO.
23/09/2019 a las 9:21 PM
Posiblemente. El agnostico no niega, ni afirma la existencia de un creador solo espera a que la ciencia llegue a una conclusion. Un gusto el haber intercambiado ideas con vos…. Leiste mi respuesta ?