Por Roberto Fernández Blanco.-

El dinero es nada en sí mismo (no se come, no se bebe).

El dinero es tan sólo un “referente para el intercambio de riqueza”.

Cuando el gobernante ejecuta un “Plan Platita” (emitiendo subrepticiamente cantidad de dinero, esto es, hinchazón o inflación por aumento de la cantidad de moneda) está utilizando perversamente ese adicional para insertarse espuriamente en el intercambio de riqueza (mercado) y expoliar riqueza del pueblo, una repudiable, ominosa y muy dañina sustracción de riqueza para quedársela para sí (corrupción de las oligarquías/castas enquistadas en las instituciones del Estado, de la que tenemos sobrados ejemplos) y para utilizarla como herramienta para “la compra” de la voluntad de sus sometidos repartiéndoles migajas transitorias.

La asociación ilícita instalada por Néstor Kirchner y continuada por el kirchnerismo camporista, es el principal responsable del enorme nivel de empobrecimiento que hoy sufre el pueblo argentino.

Y a esto hay que ponerle fin a la brevedad porque, de lo contrario, terminaremos en el mismo nivel de miseria propia de los pueblos sometidos por la secta marxista populista integrada en el Grupo Puebla, esto es, la pobreza estructural de Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros en similar descomposición.

O despertamos y tomamos ya las riendas de nuestro destino o nos sometemos y nos entregamos a una decadencia insanable.

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