Por Oscar Edgardo García.-

La campaña del miedo desplegada impiadosamente y sin escatimar la utilización de los recursos del Estado por parte del Gobierno y de los opositores a la candidatura de Javier Milei no registra antecedente similar en la historia de la República Argentina.

El golpe bajo que intentan asestar al oponente para derribarlo reafirma acabadamente la carencia de proyectos y de planes de gobierno de parte de Sergio Massa y robustece su indiscutible nivel de mediocridad, impotencia e incapacidad.

Ante el odio, la mentira y la incertidumbre que nos brinda el triste escenario de la realidad, los ciudadanos que con anterioridad no votaron a Milei por miedo a estar mal actualmente están decididos a optar por Milei por miedo a estar peor.

Dos miedos diferentes para una misma realidad.

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