Por Hernán Andrés Kruse.-

El 19 de noviembre de 2023 quedará registrado como un punto de inflexión en la historia contemporánea de nuestro país. Alrededor de las 20 horas Sergio Massa, candidato a presidente por Unión por la Patria, reconoció públicamente la victoria de Javier Milei, candidato presidencial por La Libertad Avanza. Pese a que todavía no había información oficial en todos los canales daban por hecho el triunfo del libertario por una diferencia de unos diez puntos, aproximadamente. Luego del reconocimiento de Massa el gobierno nacional comenzó a difundir los resultados del escrutinio. Como se trataba de un ballottage a las 21 horas quedó confirmada la histórica victoria de Milei: 55,69% contra 44,30%. Ello significa que el libertario fue votado por 14.476.462 electores mientras que Massa fue votado por 11.516.142 electores. También no pasó inadvertido el escaso porcentaje de los votos en blanco e impugnados. El libertario ganó en 20 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sólo perdió en la provincia de Buenos Aires por apenas un punto de diferencia (50%-49%), Formosa y Santiago del Estero. El país, por ende, se tiñó de violeta. La Libertad Avanza ganó por goleada en Córdoba, Mendoza y Santa Fe, para citar a algunas de las provincias más relevantes desde el punto de vista electoral. En Santa Fe Milei sacó el 62,89% de los votos y Massa, el 37,10%. Ello significa que Milei fue votado por 1.232.431 santafesinos mientras que Massa fue votado por 727.057 santafesinos. En Rosario, la Cuna de la Bandera, Milei obtuvo el 58% de los sufragios mientras que Massa obtuvo el 42%. Ello significa que el libertario fue votado por 434.000 rosarinos mientras que Massa fue votado por 317.000 rosarinos.

¿Por qué Milei ganó de manera tan contundente? Evidentemente el sector de la población situado en la vereda de enfrente del peronismo decidió en esta oportunidad juntar fuerzas para echar al peronismo de la Casa Rosada. Ese sector decidió dejar de lado las diferencias y constituir una unidad política muy fuerte, capaz de vencer con claridad a un difícil oponente como lo es el peronismo. En esta elección las decisiones de las cúpulas partidarias no influyeron en lo más mínimo sobre los votantes. Los números demuestran, por ejemplo, que la totalidad de quienes votaron por Bullrich y Larreta en la elección del 22 de octubre apoyó a Milei en la segunda vuelta. Quedaron mal parados, en consecuencia, dirigentes radicales de la talla de Martín Lousteau, Gerardo Morales y Federico Storani, por ejemplo, quienes públicamente hicieron un llamamiento para apoyar al tigrense. El cambio venció rotundamente a la continuidad. El hartazgo, la bronca y el desasosiego pudieron más que el miedo instalado por el gobierno para ganar el ballottage. He aquí, me parece, la razón fundamental de la histórica victoria de Milei.

Minutos después de confirmarse el triunfo de La Libertad Avanza, el líder libertario le habló al país mientras sus seguidores festejaban a rabiar. Dijo Milei: “Hoy comienza la reconstrucción de Argentina”. “Gracias al equipo que viene trabajando hace dos años para transformar la Argentina y para lograr el milagro de tener un presidente liberal libertario”. “Desinteresadamente, en un acto de grandeza como no se ha visto nunca en la historia argentina, pusieron el cuerpo (por el ex presidente Macri y Patricia Bullrich) para defender el cambio que la Argentina necesita”. “Todos aquellos que quieran sumarse a la nueva Argentina son bienvenidos. Es más importante lo que nos une que lo que nos separa”. “Hoy se termina el modelo empobrecedor omnipresente, que solo beneficia a algunos mientras la mayoría de los argentinos sufren”. “Hoy se termina la idea de que el estado es un botín a repartirse entre los políticos y sus amigos”. “Hoy es una noche histórica, no por nosotros, sino porque se ha terminado una forma de hacer política y comienza otra”. “Hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad, las ideas de nuestros padres fundadores”. “El gobierno debe hacerse cargo de su responsabilidad hasta el final de su mandato el 10 de diciembre”. “La situación de Argentina es crítica. Los cambios que nuestro país necesita son drásticos. No hay lugar para el gradualismo, no hay lugar para la tibieza, no hay lugar para medias tintas”. “Tenemos problemas monumentales por delante: la inflación, el estancamiento, la falta de empleo genuino, la inseguridad, la pobreza y la indigencia”. “A pesar de los enormes problemas, quiero decirles que Argentina tiene futuro, pero ese futuro existe si ese futuro es liberal” (fuente: BBC News, 20/11/023).

En la mañana del lunes 20 de noviembre el presidente electo fue entrevistado por las radios Continental, Mitre y Rivadavia. Tocó varios temas relevantes: “Primero, hay que arreglar el problema de las leliqs. Si no lo hacés y abrís el cepo, vas directo hacia una hiperinflación. Nosotros tenemos un claro plan de cómo resolverlo, así que en ese sentido estamos confiados que a partir de ahí liberar el cepo también implica liberar la actividad, el empleo y que se empiece a recomponer el equilibrio de la economía. Vamos a tratar de hacerlo lo más rápido posible porque si no resolvés el problema que tenés en el Banco Central, la sombra de la hiperinflación te va a perseguir en todo momento. Es una pieza de relojería y no tenemos lugar para el error”. “La evidencia empírica para el caso argentino dice que si vos cortás hoy con la emisión monetaria, ese proceso tarda entre 18 y 24 meses para destruirla (a la inflación) y llevarla a los niveles más bajos internacionales”. “Nosotros estamos dispuestos a trabajar (en el congreso) con los que quieran abrazar las ideas de la libertad. Y creo que dentro del PJ hay partes que están dispuestas a hacerlo. Nosotros vamos a recibir a todos”. “El ordenamiento argentino es federal. No se pueden privatizar ni la educación ni la salud porque están en el plano de las provincias. Eso fue parte de la campaña del miedo. ¿Lo del voucher? Siempre es mejor financiar la demanda, no la oferta. Pero estamos hablando de cosas que no se van a poder implementar en el corto plazo, así que dejemos de meterle ruido en la cabeza en la gente. Todo va a seguir como hasta ahora”.

“Cerrar el Banco Central es una consigna de indole moral porque para nosotros robar está mal. Dolarizar es la moneda en la que lo hacés, pero el eje central es cerrar el Banco Central, después la moneda será la que elijan los argentinos libremente. En el fondo querés dolarizar para sacarte de encima el Banco Central”. “El eje central está en el diseño de la transición de modo tal que se minimice el daño sobre la sociedad; el ajuste inexorablemente hay que hacerlo, la gran diferencia es que la casta política siempre decidía que lo pague la gente y nosotros decimos que lo va a tener que pagar la casta política con sus socios”. “Nosotros hace tiempo que venimos conversando con la gente del FMI. El programa con el FMI está caído porque de tener una meta de déficit primario de 1.9 del PBI estamos cerca de los 3 puntos del PBI. Es fundamental que se corrija esto lo más rápido posible”. “Nosotros vamos a gobernar con la ley, acá la ley se cumple y los que quieren sostener sus privilegios con métodos violentos no van a tener los privilegios y si están fuera de la ley recibirán las penas pertinentes”. “Prefiero todavía no darlo (el nombre de su ministro de Economía) porque la estrategia de desgaste por parte del actual gobierno respecto a su sucesor, al cual le echa la culpa por las aberraciones causadas por ellos mismos, es de una canallada nunca vista”. “Yo no voy a ser ministro de Economía de mi propio gobierno, pero soy economista y me hice popular siendo economista, la gente está harta de la inflación, quiere que termine y eligió su primer presidente economista de la historia” (fuente: Infobae, 20/11/023).

Además, dio definiciones sobre su plan de gobierno a partir del 10 de diciembre: “Nosotros consideramos que la televisión pública se ha convertido en un mecanismo de propaganda. Durante la campaña, el 75% del tiempo que se habló de nuestro espacio se hizo de una manera muy negativa, abonando la campaña sucia, la campaña del miedo”. “No adhiero a esas prácticas de tener un Ministerio de Propaganda encubierto: tiene que ser privatizado. Lo mismo con Radio Nacional. Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estar en manos del sector privado”. “A YPF primero la tienen que recomponer. Desde que el señor Kicillof decidió estatizarla, no solo con un perjuicio de 16 mil millones de dólares, sino que además el deterioro que han hecho de la empresa, en términos de resultados, para que valga muchísimo menos que cuando se la expropió. Evidentemente, lo primero que hay que hacer es recomponerla”. “En la transición que nosotros estamos pensando en la cuestión energética, tanto Enarsa comoYPF tienen un rol. Mientas se racionalizan esas estructuras, se las ponen a crear valor y de esa manera se las puede vender de manera muy beneficiosa para todos los argentinos”. “En materia tarifaria consideramos que tenemos que recomponer la situación financiera de los contratos, pero que esos ajustes sean pagados por el estado, en términos de reducciones impositivas o mecanismos de rediseño de impuestos, para que beneficien el flujo de fondos de la compañía. Y para que el impacto en la empresa sea minimizado. Después el residuo recién ahí se ajustaría, en tanto y en cuanto se recompongan los ingresos de los argentinos”. “Todas las medidas estarán apuntando a recomponer el equilibrio económico-financiero y sin causar daño a los argentinos. Y siempre teniendo un renglón especial para los segmentos más vulnerables” (fuente: Infobae, 20/11/023).

Todo parece indicar que los días que restan para que el presidente electo reciba el mando de parte del presidente saliente no serán sencillos. Al hablar ante sus seguidores antes de que se conociera de manera oficial el resultado del ballottage, Sergio Massa afirmó que a partir de mañana (por el lunes 20) toda la responsabilidad política y económica recaía sobre las espaldas del flamante presidente electo. Minutos más tarde se expandió como un reguero de pólvora el rumor de su renuncia al cargo de ministro de Economía. Con el correr de las horas ese rumor se fue deshilachando y todo parece indicar que el tigrense permanecerá en el cargo hasta el fin de su mandato en función de lo que conversen Alberto Fernández y Javier Milei sobre cómo garantizar una transición ordenada. El problema es que hasta ahora (cuatro y media de la tarde del lunes 20) aun no se sabe cuándo tendrá lugar la cumbre. Como estamos en Argentina tenemos el derecho a sospechar de la buena voluntad del gobierno nacional. En efecto, no sería para nada extraño que Alberto y Massa (con la venia de Cristina) le embarren la cancha al presidente electo para que asuma con el mayor desgaste posible. Ojalá me equivoque y en las próximas horas Alberto Fernández sepa estar a la altura de las circunstancias (dramáticas, por cierto) garantizando una transición racional, como sucede en toda democracia desarrollada.

En las horas posteriores a la victoria de Milei los principales diarios de tirada nacional publicaron artículos de sus columnistas políticos. A continuación paso a transcribir partes del artículo firmado por Ernesto Tenembaum.

Escribió el autor (fuente: Infobae, “¿Y ahora?”, 19/11/023): “La Argentina vivió un día histórico. Un aluvión de votos coronó al inesperado Javier Milei como futuro Presidente de la Nación. Cansada de los dimes y diretes de la política tradicional, la sociedad optó por una variante que era la expresión más lejana posible de todo lo que existe (…) Se trata de una revolución política. Milei solo le ganó a Juntos por el Cambio, cuya supervivencia ahora es muy discutible. El esquema político previo a la elección-un peronismo acorralado por una centroderecha dispuesta a asumir el poder-voló por el aire. Como el mismo Presidente electo pronosticó hace unos meses, “al final del camino quedaremos de un lado nosotros, con los halcones de Juntos por el Cambio, y del otro los kirchneristas con las palomas”. Así las cosas, la nueva grieta argentina quedó plasmada en el balotaje de este domingo: de un lado, el peronismo derrotado; del otro, una expresión política que está más a la derecha de todo lo que alguna vez gobernó la Argentina por vía democrática (…). Se trata, además, de una revolución económica. Milei está convencido de que hay una sola razón que explica el estancamiento argentino: la emisión monetaria. Así, sostiene que si se realiza un ajuste “más profundo de lo que pide el FMI”, la Argentina alcanzará el equilibrio fiscal y con ello la estabilidad y el crecimiento. La sociedad votó eso y deberá convivir con sus consecuencias. Porque Milei no mintió. Fue, una y otra vez, directo y honesto. En los últimos días, habló de shock, antes había anunciado un ajuste del 15 por ciento del PBI (…).

Se trata también de una revolución en términos de valores morales. La sociedad eligió a un Presidente que tensionó muchas de las ideas que, hasta ayer, parecían compartidas. En su vertiginoso ascenso de la nada hacia el todo, Milei habilitó debates impensados. Repudió al Papa, respaldó la represión ilegal, humilló a Raúl Alfonsín, sugirió varias veces que habilitaría la venta de órganos, sostuvo que no tendría relaciones con socios comerciales muy importantes, dio señales claves de que, por lo menos, desfinanciaría a la salud y la educación públicas, propuso destruir el Banco Central y dolarizar con pocos dólares (…) El triunfo de Milei es mérito suyo. Él supo expresar lo que pasaba en la sociedad y proponer una solución que, aunque sea discutible, fue creíble. Pero la culpa de ese triunfo está en otro lado: demasiada gente bailó en la cubierta del Titanic, jugó en el bosque pensando que todo era gratis. En cualquiera de los casos, el nuevo Presidente podrá disfrutar de una primavera que la sociedad otorga a quienes triunfan, como lo hizo él, de manera legítima. La guerra electoral ha terminado. Javier Milei es el nuevo líder político de la Argentina. Muchas personas están viviendo esa noticia como una tragedia. Pero la democracia es un sistema donde los gobernantes son elegidos por la mayoría del pueblo. Y para esa mayoría indiscutible, Milei es sinónimo de esperanza. Una nueva etapa histórica ha comenzado”.

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