Por Carlos Tórtora.-

Las circunstancias han impuesto que el peronismo se juegue su posicionamiento político con el resultado de la ley ómnibus en el Senado. Un triunfo de JM sólo sería posible si los senadores de varias provincias peronistas, como por ejemplo Tucumán, Catamarca, Misiones y Santiago, se dan vuelta y apoyan el proyecto oficial. Este resultado mostraría que toma cuerpo la existencia de un peronismo del interior colaboracionista de La Libertad Avanza, lo que abriría un espectro de alternativas políticas para el año que viene. Esto incluye la posibilidad de alianzas electorales entre LLA y peronistas disidentes. Esta amenaza para el PJ no se vislumbró en el bloque de diputados, que aún con sus disputas internas mantiene un esquema de unidad.

Lo cierto es que para el kirchnerismo, frustrar la ley ómnibus es una necesidad política mayor. Lo mismo vale para la CGT, que días atrás dio varios pasos atrás al asistir de brazos cruzados a la media sanción de la norma. Por su parte, en su último discurso, Cristina Kirchner cuestionó al gobierno pero se cuidó mucho de identificarse con los senadores y diputados peronistas, manifestando así sus dudas con lo que podría ocurrir en el Congreso.

El mayor riesgo

También hay que especular con el impacto nacional e internacional que tendría la caída de la ley por obra y gracia de los senadores peronistas. El antecedente más importante es el rechazo del DNU 70/23 por parte del Senado, que sorprendió a Milei.

Desde el 1 de marzo cuando, se inauguraron las sesiones ordinarias del Congreso, el gobierno incorporó el hábito de negociar y cosechó a partir de entonces buenos resultados. Para varios gobernadores peronistas, la lucha por la presidencia está muy lejos en el tiempo y creerían que en el 2025 la gobernabilidad de sus provincias estaría asegurada si se arriman a la Casa Rosada. Por otra parte, la debilidad política de los libertarios hace que ningún gobernador perciba el riesgo de ser absorbido por La Libertad Avanza. Para las figuras nacionales del peronismo, el desgajamiento provincial es hoy el mayor riesgo.

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