Por Oscar Edgardo García.-

El banal y bochornoso debate televisivo, al borde de lo boxístico, llevado a cabo por Ramiro Marra y Juan Grabois es una muestra más de la mediocridad del periodismo y sus medios de comunicación.

Habitualmente vemos transitar por programas de radio y televisión a ex funcionarios públicos, que durante sus gestiones poco o nada han hecho por mejorar el país y la calidad de vida de sus habitantes, exponiendo como analistas y opinólogos que todo lo saben ante la mirada atónita y cómplice de sus entrevistadores, que prefieren callarse a contradecir a sus entrevistados con las correspondientes verdades. Nada más acertado es decir que el que calla otorga.

Gran mediocridad, pobreza intelectual y cobardía es la precisa calificación para ese periodismo que antepone el rating a la dignidad y la profesionalidad periodística.

Los medios de comunicación deberían asumir su cuota de responsabilidad por su contribución al estado de decadencia en que se encuentra el país y enfocar sus acciones futuras para el enriquecimiento de la opinión de la ciudadanía y no lo contrario.

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