Por Luis Américo Illuminati.-

«El poder ilimitado en manos de personas limitadas siempre lleva a la crueldad» (Aleksandr Solzhenitsyn).

Definición de catástrofe:

  1. Suceso que produce gran destrucción o daño y es sinónimo de cataclismo, hecatombe, desgracia, desastre, siniestro, calamidad, destrucción, debacle, tragedia.
  2. Persona o cosa que defrauda absolutamente las expectativas que suscitaba (el binomio Alberto Fernández y Cristina Kirchner).

La frase de Solzhenitsyn acerca de la relación entre el poder ilimitado y personas limitadas es completamente aplicable al plutócrata y farisaico kirchnerismo y no al gobierno de Milei que está tratando de revertir el fenomenal desastre que dejaron Alberto y Cristina. Vean si no son maniobras destituyentes los intentos de Grabois (delegado oficioso del papa), Belliboni, con la complicidad de algunos obispos y el primado, juntamente con el juez-tortuga Casanello de exigir, obligar o intimar al gobierno para que entregue los alimentos guardados en los depósitos siendo que son reservas para casos de graves catástrofes y la mitad de ellos son insólitas partidas de yerba que fueron compradas irregularmente por el gobierno kirchnerista (algunos productos hace rato que tienen vencimiento). Los «gerentes de la pobreza» están esperando que el gobierno los distribuya para endilgarle la misma anomalía (comida podrida) que ellos realizaban impunemente. Como se nota que esta gente no tiene conciencia de lo que es una catástrofe mayúscula, por ejemplo, que el Río de la Plata inundara todo Buenos Aires (Dios no lo permita). Digo yo: ¿Al juez Casanello hay algún poder sobre la tierra que lo obligue a meter presos a todos los cerebros de las organizaciones sociales que formaron una «asociación ilícita» con el gobierno kirchnerista en la distribución de alimentos y subsidios a los indigentes para que se dé el lujo de intimar al gobierno? ¡Cuánto fariseísmo, cuanta hipocresía, cuántos tartufos que se rasgan las vestiduras como el Sumo Sacerdote Caifás! Critican y juzgan a Milei como si ellos fueran la perfección humana, un dechado de virtudes, inmaculados, una nueva congregación de carmelitas descalzos. La «santa y justa» Cámpora, la «santa» Inquisición K. Se fijan en la paja o la rama en el ojo ajeno (el de Milei) y no ven el grueso tronco que tienen por delante. Nunca como ahora una frase evangélica resulta tan oportuna como ahora para aplicársela al kirchnerismo. Un tribunal de delincuentes cuya perversidad no tiene nombre. No creemos que Javier Milei sea un ser humano perfecto e infalible, pero comparado con Cristina, Alberto y Kicillof, todavía no es un ángel caído como ellos. Hay que dejarlo gobernar en paz. Qué asco es comprobar la maledicencia no sólo de parte de los sátrapas del kirchnerismo sino de otros sectores que durante 20 años le bancaron a Cristina todo tipo de tropelías. Toleraron la maldad, la crueldad, la rapiña y el saqueo de esta casta miserable sin chistar, y ahora se suman al obsceno coro de coribantes. No sería nada extraño que detrás del desabastecimiento de gas esté la mano negra del kirchnerismo. Tanto Pedro Sánchez en España y Lula Da Silva, Evo Morales, Nicolás Maduro y otros personajes de la izquierda latinoamericana (caídos en desgracia como Rafael Correa) han formado un frente común contra Milei, ya que fueron miembros y socios ideológicos del kirchnerismo en el Foro de São Paulo cuya nefasta agenda de penetración cultural la Argentina viene sufriendo sus consecuencias desde hace 20 años, lapso durante el cual el país vive de «emergencia en emergencia». ¡Hipócritas! Acrecentaron la pobreza y la miseria a niveles exponenciales, introdujeron a «los gerentes de la pobreza», con los cuales formaron una asociación ilícita, que es lo que fue el impúdico régimen kirchnerista. Si eso no es crueldad, entonces El Pibe Cabeza (Rogelio Gordillo) es un mártir.

«Cuando callamos el mal, lo metemos en el cuerpo para que no asome: lo estamos sembrando, y mil veces volverá a brotar en el futuro. Si no castigamos y ni siquiera censuramos a los malvados, estamos haciendo algo más que cuidar su miserable vejez: estamos socavando por debajo de las generaciones futuras todas las bases de la Justicia. Por eso crecen “indiferentes”, no por “la débil labor educacional”. Los jóvenes asimilan que la vileza jamás se castiga en la tierra, que ayuda a prosperar. ¡Qué incómodo y qué terrible será vivir en un país así! (Aleksandr Solzhenitsyn).

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