Por Hernán Andrés Kruse.-

Sturzenegger, en medio de un fuego cruzado.

“Macri pretende terminar con la era del “superministro” de Economía y lotea su gabinete económico: en 2016 las funciones pasan a las carteras de Hacienda y Finanzas, de Producción, de Agroindustria, de Energía y Minería, de Trabajo, de Empleo y Seguridad Social, y Transporte. En 2017 va un paso más allá y separa Hacienda y Finanzas en dos. Todos ellos supervisados por el jefe de Gabinete Marcos Peña. Un funcionario del Banco Central nos dirá: “Era un entrecruzamiento de internas. Un gobierno lleno de caciques, donde había muchísimos funcionarios que se sentían en condiciones de ser ministros de Economía o banqueros centrales”.

La gestión de Sturzenegger queda en medio de ese fuego cruzado y explica gran parte de su fracaso. Pero no todo. Es que ni siquiera los propios están convencidos del esquema de metas de inflación: en el paper de octubre de 2017, el profesor de la Universidad de Columbia Guillermo Calvo, que conoce muy bien al jefe del Banco Central, llamará a la lucha contra el aumento de precios crónico usando tasas de interés: “cortar la cabeza de una Hidra con una navaja suiza”. Y advertirá: “Subir las tasas de interés sólo conseguiría aliviar la inflación temporalmente”. Pero Sturzenegger no afloja. Organiza conferencias de prensa, escribe informes, asiste a congresos. En la presentación del informe de política monetaria de octubre de 2017, reafirma el régimen de tipo de cambio flotante con metas de inflación. Planta como meta una inflación de 10 puntos para 2018. Pero llegará a 47,6%, la cifra más alta en los últimos 27 años”.

UN ACÉRRIMO DEFENSOR DE LA TEORÍA DEL EQUILIBRIO GENERAL

“Sturzenegger es un ferviente evangelizador de la teoría del equilibrio general, una rama de la microeconomía que busca dar una explicación global del comportamiento de la economía. Así lo explicó en una charla del 16 de marzo de 2016 en la Academia Nacional de Ciencias Económicas: por ejemplo, si aumentaran las tarifas de energía un 100%, la inflación debería subir acorde. Pero Sturzenegger propone que si los precios de la energía subieran un 100% las familias tendrían menos para gastar en otros bienes. Por la baja de la demanda, entonces, el precio de estos otros bienes debería bajar y, por lo tanto, también el índice general de inflación. “En este caso (…) los efectos de las tarifas sobre los precios serían nulos”, concluye”.

EL 28D

“Una de las pocas veces que Sturzenegger tuvo que hacer algo en lo que no creía quedó grabada para la posteridad. A la fecha, el 28 de diciembre de 2017, se la conoce entre políticos y economistas con una denominación propia de acontecimientos históricos: el 28D (conferencia de prensa en Casa Rosada). A los periodistas les avisaron la noche anterior. Los voceros están nerviosos, los funcionarios llegan tarde. El ambiente es turbio. En la mesa, de izquierda a derecha: Struzenegger, el jefe de Gabinete Marcos Peña, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el secretario de Finanzas, Luis Toto Caputo. “Sturzenegger es literalmente un cero a la izquierda”, murmuraba una periodista a la espera de que hablaran los de la mesa.

El anuncio fue simple: la meta de inflación para el año siguiente, originalmente del 10%, aumenta al 15%. Para eso, el Banco Central debe bajar las tasas de interés. Sturzenegger se opone: primero, la foto evidencia que la independencia del Banco Central, algo declamado por el macrismo, no existe. Y segundo, que una política monetaria más expansiva acelera la inflación. Los mercados ven con recelo al gobierno del PRO. El entonces presidente del Central dijo en privado que le torcieron el brazo, que Macri parecía comprender y acordar con él pero que a la hora de la verdad cambiaba de opinión. Dirá que esa vez eligió la estabilidad del partido y del gobierno contra su convencimiento más íntimo. Sturzenegger culpará al jefe de Gabinete Marcos Peña y al círculo íntimo del presidente.

El 28D tiene, también, la multiplicidad de versiones de los acontecimientos históricos: gente que trabajó con Sturzenegger está convencida de que Federico fue a la conferencia sin saber del todo qué se anunciaría. Otros dicen que sus asesores le aconsejaron no asistir. “Tendría que haber renunciado el 29D”, dice un economista de alto perfil que aprecia a Sturzenegger y que supo integrar la mesa chica de La Libertad Avanza. No es el único. Alguien que empieza a aparecer en los medios dice que el anuncio dinamitó la reputación de Sturzenegger. “Si yo estuviera en sus zapatos, presentaría mi renuncia de manera indeclinable”, afirmó ese mismo día, en diálogo con El Cronista, el economista libertario Javier Milei”.

STURZENEGGER Y SUS “PROBLEMAS” CON LA JUSTICIA

“Sturzenegger asumió en el Banco Central de Macri estando procesado por negociaciones incompatibles con la función pública en el Megacanje del 2001, algo que sus opositores políticos y mediáticos le recuerdan casi a diario. En 2003 el perito en Ingeniería Financiera Moisés Resnick Brenner probó que le produjo al país un perjuicio de unos 55 millones de dólares. Diez años después procesaron a Sturzenegger. Cavallo y su secretario de Finanzas, Daniel Marx, habían sido absueltos en 2014 y 2010, respectivamente. Una fuente con conocimiento de la causa dijo que Sturzenegger, aunque más alejado que Marx y Cavallo de la operatoria, no aclaró su rol y por eso la Justicia no fue tan benévola con él.

La investigación intentaba determinar si todos ellos habían “obligado de manera abusiva a la República Argentina” a hacer la operatoria con el propósito de lograr “un lucro indebido” para los bancos que participaron: Banco Francés, Banco Galicia, Credite Suisse First Boston, Grupo Santander Central Hispano, HSBC, J. P. Morgan y Salomon Smith Barney. Para la Justicia la operación tuvo “un altísimo costo financiero fiscal”, no cumplió con los “criterios de razonabilidad” que impone el artículo 65 de la ley 24.156, ni consiguió un “diferimiento relevante” en el calendario de pagos: “Para lograr un alivio financiero de 12.840 millones de dólares hasta el año 2005 inclusive, se incrementaron los vencimientos hasta el año 2031 en más de 55.000 millones de dólares”.

En su declaración judicial de 2006, Sturzenegger dijo que su función era de “índole estrictamente técnica”, y que él “no adoptó decisiones ni dio instrucciones, no emitió opiniones o recomendaciones, no participó en reuniones o negociaciones con poder de decisión”. Su rol nunca estuvo relacionado a la emisión de títulos de deuda o a la vinculación con bancos internacionales o extranjeros, dijo, y nunca participó en la elaboración ni implementación del Megacanje. Marx testificó en el mismo sentido: dijo no recordar que Sturzenegger hubiese participado en el proceso de selección de las entidades financieras del Megacanje, sino que fue un simple observador. En junio de 2016 el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal 2 absolvió a Sturzenegger. Una de las primeras llamadas que hizo al recibir la noticia fue a un viejo adversario para notificarle que ya no podría referirse a él como “procesado”.

2018: TURBULENCIAS FINANCIERAS Y UN NUEVO ACUERDO CON EL FMI

“No había pasado un año desde la victoria de Cambiemos en las elecciones de medio término en 2017. El 25 de abril de 2018 aparecieron los primeros cimbronazos de la que sería la primera turbulencia financiera del gobierno amarillo. Ese día, la JP Morgan ordenó desprenderse de 800 millones de dólares de Lebac, un título público de deuda a corto plazo del BCRA, y comprar dólares. La JP Morgan, una de las mayores empresas financieras del mundo, había colocado 2300 millones de dólares de deuda voluntaria. Tenía buena relación con el gobierno de Macri y varios de sus funcionarios habían trabajado en sus oficinas. Por eso el desconcierto en la mesa de dinero del Central. Solo ese día, el Central vendió 1471 millones de dólares para contener a la divisa norteamericana. Pero no fue suficiente. Fue la primera gota de una sangría. En pocos días el dólar pasó de 20 a 25 pesos. Antes de fin de año llegó a 38.

Días después, Macri recibió un llamado del secretario de Finanzas, que luego contó en su libro Primer Tiempo: “Se está complicando, no creo que podamos conseguir más plata”, le dijo Caputo. El 8 de mayo, el presidente ordenó al ministro de Hacienda sellar un acuerdo con el FMI, el número 22 que firmaría el país con la institución de crédito. Ese mismo día, grabó un mensaje para anunciarlo: “El problema que tenemos es que somos de los países del mundo que más dependemos del financiamiento externo, producto del enorme gasto público que heredamos y que estamos ordenando-dijo-frente a esta nueva situación, y de manera preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo financiero”.

Diez días después, en medio de lo que parecía una “pax cambiaria”, Sturzenegger invitó a un grupo de jóvenes economistas activos en Twitter en su despacho para dar la versión oficial de lo que se perfilaba como una catástrofe. Los recibió con uvas. Es que el analista Christian Buteler, uno de los invitados, solía twittear monitoreando las cuotas de los créditos hipotecarios UVA (Unidades de Valor Adquisitivo), que tienen sus cuotas indexadas por inflación y que, por la reciente crisis, se habían disparado. Los créditos UVA fueron una creación de Sturzenegger, que recibió a los economistas sosteniendo un plato con un racimo jugoso: “A vos que no te gustan las uvas, te preparé esto”, le dijo a Buteler.

Los recién llegados se divertían con los modelos de naves de Star Wars que adornaban la oficina. Desde su sillón, Sturzenegger daba explicaciones para todo; blanqueó la interna en el gobierno, dijo que no creía en el acuerdo con el FMI, negó que la escasez de divisas o el sobreendeudamiento fueran un problema, prometió que convocaría a mujeres la próxima vez (eran todos hombres) y explicó su modelo de equilibrio general. “En nuestro modelo, no hay lugar para el dólar a 25 pesos”. Ese día, las pizarras en la city mostraban casi exactamente ese valor para la venta: $25.05. Uno de los invitados le advirtió que dejar flotar el tipo de cambio podría tener consecuencias sobre la inflación, el empleo y el crecimiento. Sturzenegger se encogió de hombros y mostró las manos, como diciendo “y qué se le va a hacer”.

De buen semblante, explicó que el motivo oficial para la retirada era la entrada en vigencia del decreto 279/2018 del 6 de abril: un impuesto a la renta financiera para inversores extranjeros, que gravaba con 5% para las ganancias en pesos y 15% en dólares. Butler dice hoy: “Era medio discutible si ese había sido todo el motivo o no: era una crisis de demasiada magnitud para reducirla simplemente a “se fueron porque no quisieron pagar un impuesto”. Si a ellos le da que siguen ganando plata, por más que tengan que pagar un impuesto, lo pagan y listo”. “Acá hubo, a mi criterio, una visión de que había inconsistencias que en algún momento iban a estallar-explica el economista-y bueno, esto es como el juego de la silla, ¿no? Nadie se quiere quedar cuando se apaga la música y sin poder sentarse”.

Ese mismo día, el FMI informó que el plan de metas de inflación de Sturzenegger no funcionó y evaluó un esquema de agregados monetarios. La noche del 8 de junio, Sturzenegger anunció junto a Dujovne en el CCK el nuevo acuerdo con el FMI, que incluía un préstamo de 50.000 millones de dólares: el más grande que dio el Fondo en sus más de setenta años de historia. Esa primera versión del acuerdo no le permitía al BCRA usar el dinero del préstamo para contener al dólar. Según cuenta Macri en su libro, Sturzenegger creía que ese acuerdo era suficiente, pero Caputo no estaba de acuerdo con la regla. “En dos o tres días te van a ir a buscar otra vez, Fede”, le dijo Toto en una reunión en Olivos. “Saben que no tenés armas para contrarrestarlo. Dos días después de ese encontronazo, el dólar saltó de 26 pesos a 28. Para Macri, eso le terminó de dar la razón a Caputo. “Federico, abollado y sin credibilidad, tuvo que renunciar”, dicte el expresidentes en su ópera prima”.

STURZENEGGER Y SU ANÁLISIS DEL FRACASO DE LA GESTIÓN DE MACRI

“La Macro de Macri: el serpenteante camino hacia la estabilidad y el crecimiento” es el título del paper de Sturzenegger en el que analiza el fracaso de la gestión macrista. Su tesis es que, tras un éxito inicial, todos los programas económicos del gobierno fracasaron por los “excesos fiscales” del macrismo y el hecho de que las jubilaciones estuvieran indexadas por la inflación. “El presidente Macri se puso del lado del Tesoro y tomó la decisión trascendental de cambiar los objetivos de inflación, socavando su propio marco macroeconómico y desencadenando una crisis financiera”, escribió Sturzenegger en una nota de Infobae, titulada “El fracaso económico de Macri es sorprendente”. La publicó cuatro días después de que Macri perdiera las elecciones contra Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner”.

STURZENEGGER Y SU ACERCAMIENTO A LA LIBERTAD AVANZA

“A instancias de Karina Milei, viejos conocidos del economista libertario crearon el Instituto para el Crecimiento (IC) en 2022 para producir informes y propuestas de ley para un posible gobierno de su hermano. Ese es el equipo originario al que Javier Milei se refería en medios como su “gabinete en las sombras” antes de asumir. Una fuente del IC asegura que, en un zoom tres semanas antes de la segunda vuelta presidencial, José Rolandi (que se convertiría en número dos del jefe de Gabinete, primero, y director de IPF, después) mencionó el nombre del que se convertiría en el nuevo líder del equipo: Federico Sturzenegger será el encargado de “compatibilizar” los proyectos de LLA y el PRO. Sin embargo, el ex banquero central de Macri se apropió casi completamente de la lapicera.

Desde 2021 Sturzenegger alimentaba de ideas económicas al sector de Patricia Bullrich. “Somos bichos políticos, no somos bichos técnicos”, explica hoy un encumbrado dirigente del bullrichismo. Según dice, la misión del economista era emprender una reforma del Estado que, en su versión original, tenía 3.000 artículos, decretos y erogaciones. La reforma del estado es, principalmente, la reforma del PRO. Hasta ahora, apenas un tercio de ellos llegó al público: 644 en el DNU que Milei anunció diez días después de asumir y 366 en la primera versión de la Ley Bases.

Sturzenegger sonaba como posible ministro de economía en los meses previos a la asunción de Milei pero el cargo fue para Caputo, un viejo adversario con quien nunca recompuso el lazo. En febrero, un ex miembro de LLA afirmaba que no veía la mano de Sturzenegger en las decisiones de política económica del gobierno. “Federico no está. Conociéndolo a Caputo, no creo que acepte cuestionamientos de Federico sobre la política económica”. A Sturzenegger le ofrecieron primero encabezar una “Unidad Transitoria para la Desregulación de la Economía”. Pero la rechazó y se convirtió en un asesor ad-honorem del presidente. Según un dirigente del PRO, a Sturzenegger lo tienen sin cuidado las legalidades y los cargos, algo que le trae problemas prácticos ya que el asesor “no tiene firma”.

Sus apariciones públicas son cada vez más virulentas, pero existe un hilo conductor entre el Sturzenegger que en 2013 contaba cómo heroicamente le descontó el sueldo por los días de paro a los empleados del Banco Ciudad y el que planteó “empobrecer a estos grupos de interés y drenarlos de recursos” en 2024. Luego del anuncio con bombos y platillos de la vigencia del DNU, comenzó una desenfrenada negociación con la llamada “oposición dialoguista” por la Ley Ómnibus. Desde LLA y el PRO comentan que el economista no era receptivo a las sugerencias de cambios en el texto. Cuando le sugirieron no incluir el controversial cambio de la fórmula jubilatoria que ataba las actualizaciones a la inflación, Sturzenegger fue claro: pero vamos a matar de hambre a los jubilados”. El día antes de la asunción de Milei, un funcionario libertario advirtió que eliminar las contribuciones solidarias a los sindicatos abriría un foco de conflicto con los trabajadores. Sturzenegger dijo que lo consideraría, pero en la primera versión de la Ley Bases avanzó con la eliminación.

Parte del trabajo de Sturzenegger consistió en receptar reclamos de distintos sectores empresarios. En una entrevista reciente en C5N, el economista Emmanuel Álvarez Agis reveló que aspectos desregulatorios del régimen para grandes inversiones de la Ley Bases ya circulaban como exigencias por los despachos oficiales cuando Alberto Fernández era presidente. En enero, Daniel Funes de Rioja, entonces presidente de la Unión Industrial Argentina, afirmó en una entrevista radial que el bufete Bruchou&Funes de Rioja participó de la redacción. También fueron de la partida el actual secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, que trabajó en la empresa eléctrica española Iberdrola y Jorge Muratorio, partner del Estudio O´Farrell. En la primera versión de la Ley Bases sobrevivieron, también, algunos pocos aportes de la formación original del IC, que despidió a todas sus autoridades originales.

Enero de 2024 fue un punto álgido de las negociaciones por la Ley Bases. Varios medios dieron cuenta de un “encuentro secreto” entre diputados libertarios y de la llamada oposición dialoguista para terminar de puntear el texto en el departamento del libertario Cristian Caram. La reunión terminó mal. La presencia de Sturzenegger incomodó a un grupo de legisladores-entre ellos Miguel Ángel Pichetto y Oscar Agost Careño, de Hacemos Coalición Federal-que se fueron de la casa a los gritos. Fue el propio Pichetto quien tendió luego la trampa a Oscar Zago, que mató el proyecto cuando lo mandó a comisiones”.

VOLVER A PRIMERA FILA Y CON FIRMA

“La nueva versión de la Ley Bases ya tiene dictamen en Diputados y se está negociando en senadores. Tiene muchas más manos y menos artículos que la original: 232, esta vez con más aportes de Presidencia, consensuado con gobernadores y legisladores de la oposición. Declara como “sujetas a privatización” a empresas como Aerolíneas Argentinas o Nucleoeléctrica Argentina, aunque en el segundo caso, dice que el estado debe mantener su participación mayoritaria. Prohíbe a los sindicatos públicos descontar del salario de los trabajadores no afiliados, plantea descuentos a los trabajadores en huelga, sube el período de prueba de seis meses a un año. Impone un cuestionado régimen para grandes inversiones (enfocado, principalmente, en proyectos de extracción de cobre y litio) que según varios analistas consultados, es mucho más que lo que pedían las empresas del sector.

En los últimos meses. Milei tuvo trato casi diario con su asesor estrella. Después de bajar a Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete y poner en su lugar a Guillermo Francos, anunció la creación del nuevo ministerio que se encargará de la desregulación de la economía y las futuras privatizaciones. Sturzenegger vuelve a primera fila y con firma. Parece que en él todo comienza y todo termina”.

(*) Facundo Iglesia: “El regreso del quetejedi: un perfil de Sturzenegger” (revista Anfibia-28/5/024).

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