Por Oscar Edgardo García.-

Pedro Sánchez, acogiéndose al derecho de guardar silencio, se negó a declarar en calidad de testimonio en la causa en la que se investigan las actividades de corrupción en los negocios y tráfico de influencias de su esposa Begoña Sánchez.

La decisión del Presidente de España está amparada por la legislación española, que contempla que toda persona está eximida de declarar en contra de su cónyuge.

No obstante ello, por su conducta es dable inferir que no le resulta posible atestiguar en su defensa, lo cual constituye un motivo fundamental para llamarse al silencio.

Si nos ajustáramos al proverbio universal que sentencia que «el que calla otorga», ¿podríamos asumir que Milei tenía razón?

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