Por Juan José de Guzmán.-

El cumplimiento de las funciones que como Procurador General de la Nación ha tenido el Dr. Eduardo Casal desde que asumió su interinato a fines de 2017 fue y es impecable. Tan así es que todas sus intervenciones y opiniones fueron aceptadas y tomadas en consideración por el alto tribunal.

La última decisión suya fue de hace unas horas, le pidió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que revoque un fallo del Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos (STJER) que había destituido a la Fiscal Anticorrupción Cecilia Goyeneche por grave violación al debido proceso.

El jury que terminó destituyendo a la fiscal había concluido hace 2 años, luego de que a raíz de su acusación el ex Gobernador, Sergio Urribarri fuera condenado a 8 años de prisión e inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos.

Como desde fines de 2023 hay vientos de cambio en todos los niveles en nuestro país, estaría muy bueno (aunque no sé cuál sería la forma de llevarlo a cabo) que, aprovechando que el cargo que ejerce el Procurador es interino, se pudiera bajar la candidatura del tan cuestionado juez Lijo para que ese lugar  vacante desde la jubilación de la Dra. Highton de Nolasco, de no ser cubierto por otra jueza (que sería lo correcto que ocurriera) lo ocupara el Dr. Casal quien ya ha dado sobradas muestras de capacidad para opinar y resolver sobre cuestiones políticas y jurídicas quedando la posibilidad de nombrar en la procuración de la nación al Dr. Campagnoli o al Fiscal Diego Luciani (matando dos pájaros de un mismo tiro, diría mi vieja).

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