Por Hugo Modesto Izurdiaga.-

El vídeo ya es viral, con más de 500 mil visualizaciones en un solo día. Llama poderosamente la atención la cantidad de comentarios sumamente agresivos y descalificadores hacia la ex primera dama. No es lo mismo opinar que despotricar. Si bien todo argentino tiene el derecho a expresarse, esto no lo habilita a denigrar a otra persona, utilizando para ello toda clase de improperios. En las redes sociales, no existe un reglamento de buenas convivencias, por lo cual… todo está permitido. Estos individuos actúan amparados en el anonimato, tras un nombre ficticio. No tienen la más mínima empatía hacia una mujer que declaró haber sido golpeada, amenazada y privada de su libertad. Señores comentaristas, ustedes no son jueces; dejen que la justicia investigue y se expida al respecto.

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