Por Luis Illuminati.-

Doña Elisa, una gran teorizadora de la nada. Como los Chalchaleros -salvando las abismales distancias- mil veces ha dicho que se retira y no se termina de ir nunca. Anunció ahora que será candidata en 2025. Invitada por Luis Novaresio a su programa «Entrevistas» (Canal LN+) se despachó contra el presidente Milei, comparándolo con Cristina Kirchner, una enormidad teniendo en cuenta que en seis meses de gestión que lleva Milei no ha realizado ninguna de las graves tropelías perpetradas por Cristina durante los últimos 20 años: persecuciones y apriete de periodistas, descomunal desfalco de los fondos del Estado, manipulación y presión de los jueces (caso Oyarbide), todo con el objetivo de asegurar su impunidad y el goce de su enriquecimiento personal, nivel de multimillonaria, con una fortuna que, a todas luces, es imposible de alcanzar por medios que no sean deshonestos. Nadie desconoce que Doña Elisa combatió la corrupción kirchnerista y que fundó una coalición con Macri: «Juntos por el Cambio» -a la cual zarandeó y al final terminó dando un portazo- pero sus defectos, entre ellos, su megalomanía y verborragia imparable, su teatralidad y soberbia, superan sus virtudes. No basta con ser honesto si se tiene un desorden mental similar al de Cristina Kirchner. Le dio una clase a Novaresio sobre la filosofía de Ortega y Gasset, manifestando que está dando conferencias. Sacó a relucir la figura de «El Guarango» que el filósofo español dijo que era un rasgo típico de los argentinos y ella lo hace extensivo a Milei por sus guaranguerías. Ese es el «argumento» principal de Doña Elisa contra Milei en un ejercicio magistral de pacatería. Olvida la doctora Carrió que Milei no está acusado de ningún delito y Cristina sí, condenada por un tribunal oral que no se dejó avasallar. No olvidemos que Doña Elisa siempre fue fiel discípula y apologista de Raúl Alfonsín, un radical de izquierda que fue abogado defensor de criminales terroristas y que propició el juicio a las ex Juntas Militares pero no a sus amigos subversivos por cuyos horrores las Fuerzas Armadas fueron movilizadas. Por lo tanto, Doña Elisa tiene más coincidencias ideológicas con la viuda de Néstor Kirchner que con Javier Milei, a quien acusa de pertenecer a la ultraderecha liberal por no comulgar con la izquierda. La izquierda argentina cuyo papel es semejante al «intrigante e infiel mayordomo que facilitó la llave a una banda de ladrones que asaltó a los moradores e incendió la casa».

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