Por Luis Américo Illuminati.-

Son buenas noticias para el país y malas para el kirchnerismo, leviatán o gólem psicopático en su fase terminal. Creían los sátrapas que Milei era hueso fácil y no esperaban que «un loco» diera con la tecla. Y se han llevado la desagradable sorpresa que la inflación ha bajado por lo menos en los precios de los productos básicos de la canasta familiar, según estadísticas y mediciones realizadas por consultoras de neutralidad objetiva. Lo crean o no Milei está desacelerando la altísima fiebre inflacionaria heredada de la gestión kirchnerista. La masa y la dirigencia K apostaron como en un casino que Milei no pasaba de Semana Santa. A todas luces el fracaso de Milei les convenía para ocultar el virtual e inminente colapso del Estado, en base al refrán «A río revuelto, ganancia de pescadores». Le dejaron A Milei un país fundido, a punto de estallar y por más que procuraron que así sucediera con toda clase de maniobras y operaciones destituyentes, fracasaron. Proporcional a su ruindad y vileza ha sido hasta ahora el trabajo de desestabilización del kirchnerismo. Sus miras al futuro son inviables, sus juicios, pronósticos y anuncios están totalmente fuera de quicio. Y en seis meses que lleva de gestión Milei la casta kirchnerista sufre una psicosis de desrealización de la realidad. Antes de irse dejaron al paciente en terapia intensiva y con respirador artificial. Son tan sinvergüenzas que, si se sinceraran, en lugar de «compañeros» deberían entre ellos llamarse «compinches» respecto del desastre que le causaron a la Argentina en 20 años de tropelías, de obscenos negociados, de impune saqueo de los fondos públicos, descomunal despilfarro de la economía y miles de simulacros de falsos éxitos.

Recogiendo premios y distinciones

El viernes pasado el presidente Milei recibió en Madrid el Premio del Instituto Juan de Mariana. La encargada de otorgarle la condecoración fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP). Llegó a Hamburgo y en medio de gritos de “¡Libertad! ¡Libertad!, una ovación y aplausos de más de 250 personas, Milei recibió ayer la medalla Hayek, máximo honor que suele entregar la asociación liberal del mismo nombre de esta ciudad portuaria del norte de Alemania. Su presidente, Stephen Kooths, elogió al mandatario libertario definiéndolo “un precursor político” surgido para que la Argentina “salga del callejón sin salida en el que se encontraba debido a los bloqueos del intervencionismo” y esto, “sin promesas populistas”. “Usted devuelve a sus compatriotas la confianza en sí mismos y eso les da esperanza y valor. Usted no llegó para guiar corderos, sino para despertar leones”, le dijo Kooths a Milei, a quien destacó como un gran conocedor y abanderado de la Escuela Austriaca, cuyos héroes intelectuales fueron, entre otros, el economista Friedrich von Hayek.

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