Por Oscar Edgardo García.-

La experiencia diaria demuestra que el periodismo actual está lejos de ser el de antes, porque en muchos aspectos, por alguna razón de ser, ha cambiado negativamente y el profesionalismo, la calidad y la independencia de criterio son dejados de lado frecuentemente.

La era digital introdujo cambios sustanciales en el modelo de negocio de los medios de comunicación pero eso no justifica que, sin distinción de ideologías, se hayan convertido en «productores de rating y trituradores de cerebros».

Tales cambios han generalizado un periodismo moderno con un alto grado de mediocridad, chabacanería y vulgaridad y el de calidad, investigación, análisis y opinión ha quedado en poder de una minoría de periodistas «como los de antes» que mantienen la supervivencia de la profesión.

Si nos planteáramos objetivamente en qué estado se encuentra el periodismo en la actualidad, concluiríamos deductivamente que no está muerto en su totalidad sino que una parte del mismo está moribundo porque afortunadamente todavía existen profesionales con dignidad y ética que lo mantienen vivo.

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