Por Luis Américo Illuminati.-

Recortar (mezquinar) el presupuesto de un área vital como es la educación es preparar para el futuro una feliz majada de asnos y una escuela nacional de ciegos mentales.

El ajuste en el gasto del Estado nacional vuelve a afectar a la educación, que podría sufrir un recorte del 15,5% de los fondos del Ministerio con respecto a 2022. El Proyecto de Ley del Presupuesto 2023 prevé un ajuste generalizado del 6,8%, pero en el caso de la educación es más del doble que la del presupuesto nacional general.

En nuestro país desgraciadamente se cumple una ominosa ley no escrita que hace que los niños que no reciben una buena y oportuna educación no sean el día de mañana ciudadanos libres y responsables de su destino y se conviertan en asnos con la misma actitud del asno de Buridán que teniendo delante para alimentarse dos cubos de avena, es tal su demora e irresolución para decidirse que se muere de hambre.

El asno de Buridán es el nombre que se le da al animal que protagoniza un antiguo argumento de reducción al absurdo contra Jean Buridán (1300-1358), teólogo escolástico discípulo de Guillermo de Ockham, defensor del libre albedrío y de la posibilidad de ponderar toda decisión a través de la razón.

Esta tesis desembocó en la teoría de la duda metódica de Descartes: si pienso o dudo es porque existo. Pero con el correr del tiempo y la experiencia recogida ya no es una teoría sino una ley como la de la gravedad descubierta por Newton.

Es obvio que, así como sucede con los niños que no son alimentados mueren de inanición, lo mismo ocurre cuando no se les suministra el pan que alimenta la inteligencia y el espíritu. Y cuando llegan a ser adultos son presa fácil de la manipulación de los regímenes demagógicos que gobiernan en nombre de una democracia que hace tiempo se ha ahogado en la cloaca de la corrupción.

Serán ciegos mentales, fenómeno que ya lo estamos viendo. Tienen ojos para ver, pero no miran; oyen, pero no escuchan, emiten sonidos guturales, pero no hablan ni dialogan, el mundo digital los ha vuelto unos autómatas.

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