Por Luis Américo Illuminati.-

El último «stand up» de Cristina Kirchner en el local de su Instituto Patria fue delirante, disparatado, sumamente revelador de su extravío. Una mezcla de lástima, «hastío de sí misma» tal como «Tedio» el poema de Amado Nervo: «Tengo el peor de los cansancios: ¡el terrible cansancio de mí mismo! Un cansancio, un hastío de tanto hacer daño, de mentir, de interpretar un personaje ridículo, patético, la imitación de sí misma. Cristina nunca podrá entender a un poeta, a un filósofo y mucho menos a un soldado que estuvo en un campo de batalla. Y eso es porque jamás su vida tendría otro sentido más que halagar su monstruoso ego. A este respecto dijo Nietzsche: «Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo». Si ese algo es un ideal noble y generoso, la vida vale la pena vivirla y su fruto es la satisfacción de haber servido a una causa noble. Pero si la meta o el cómo es embaucar ilusos y hacerse multimillonario a costa del Estado, eso es una cosa lamentable, convierte los días que restan en un carnaval, una comedia o stand up grotesco. Lo cual tiene un lazo ficcional de historieta con las películas iniciales sobre el Joker o Guasón, personaje creado en 1949 por Bob Kane y Bill Finger, quienes crearon a Batman como el héroe y al Joker o el Guasón como el villano. Lo curioso es que lo que originalmente se inventó como un entretenimiento de aventura e inocente pasatiempo de revistas luego de 75 años ambos personajes trascendieron y se convirtieron en la mente de la gente en prototipos, modelos, de buenos y malos ejemplos como es el caso del Guasón que pasó a superar a Batman en su paradójica y sombría existencia como paladín de la justicia. Y ahora el Guasón o Joker representa un contrasímbolo, un icono inverso, de todo sujeto que se quiere vengar, burlar y destruir una sociedad que le dejó algún mal recuerdo que como trauma le quedó de niño. Ya no le interesan los héroes y los paladines de la justicia, ni siquiera los Próceres de Mayo a la generación K que durante 20 años recibió la nefasta contracultura de los Kirchner. El hombre normal, equilibrado, el sujeto de inherencia ya no interesa, ha sido suplantado por el rebelde refractario, psicópata, un sujeto de pesadilla, insensible, arbitrario, vago, indolente, irrespetuoso, ruin y malvado. Un sujeto de masas donde la estupidización por lavado de cerebro, en los últimos 20 años ha sido una constante y ha hecho estragos en el alma colectiva. El horror, la locura y la decadencia acelerada en todos los niveles, el bullying en las escuelas está en pleno auge. Pululan por todos partes sujetos cuyo comportamiento por el consumo de la droga es el mismo de los zombis de las películas de Hollywood. Sufrimos una plaga humana que crece exponencialmente. Hemos llegado al colmo que los noticieros superan en crueldad a la ficción y antes de la difusión de las ominosas noticias advierten que el programa «no es apto para niños, niñas y adolescentes». Una advertencia que resulta ociosa ya nadie hace caso, ya que las imágenes y relatos horrorosos de crímenes y aberraciones resultan de un interés morboso que acapara una audiencia de todas las edades. Ha tenido gran repercusión la última película titulada «Guasón», interpretada por Joaquín Phoenix, película incorrecta desde todo punto de vista y dramáticamente violenta como «Apokalipsis Now».

El Joker o Guasón se ha convertido hoy en día en el epítome del desorden, y la locura en las calles y la sociopatía. Y este personaje que terminaba al final de la película en un loquero, dejaba en los espectadores en la perplejidad, pero ahora se sabe que ya se viene la secuela, es decir, el Joker demente sigue en vigencia, igual que Cristina en sus apariciones, en Quilmes con Mayra Mendoza de anfitriona, y en el Instituto (anti)Patria el 7 de mayo último presentando el Salón de las Mujeres, las icónicas figuras de grandes mujeres de la talla de Eva Duarte de Perón, Alicia Moreau de Justo, Victoria Ocampo, Juana Azurduy, Mariquita Sánchez de Thompson, Alfonsina Storni, Lola Mora, Mercedes Sosa, Tita Merello, Aimé Paine, Blackie, Cecilia Grierson, Madres de Plaza de Mayo y Madres de Malvinas. Esta mezcla de Madres de uno y otro bando no parece muy homogénea y compatible. Todas estas figuras, salvo las Madres de Plaza de Mayo, de poder hablar protestarían y les daría vergüenza que una mujer tan indigna e inauténtica, una rémora de la sociedad les rinda homenaje. Es por eso que no resulta antojadizo llamar a la ex vicepresidenta Señora Guasa o Guasona. Comúnmente al Joker también se lo llama arlequín, comodín, guasón o basura, esto dependiendo de lugar y del léxico que se maneje. A veces se compara al joker con El loco, que forma parte de los arcanos mayores en las cartas del Tarot.

El grito es un cuadro de Edvard Munch que representa la angustia y la desesperación del ser humano y un infinito sentimiento de soledad y desaliento. El mismo artista contó que el cuadro fue un reflejo de un paseo por su ciudad natal, Oslo. “Caminé una noche en una carretera. Estaba cansado y enfermo. Me quedé mirando al otro lado del fiordo, el sol se estaba poniendo, las nubes estaban teñidas de rojo sangre y sentí como si un grito atravesara la naturaleza, creí oír un grito y entonces pinté el cuadro». El grito de Munch nos parece que bien podría representar el grito apagado del argentino común, víctima de los paros, piquetes y tropelías del peronismo y de Cristina Kirchner, vieja dama indigna que actúa sin pudor de joker, comodín, arlequín u oradora improvisada para decir disparates de grueso calibre desde el facistol.

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