Por Oscar Edgardo García.-

El Ministro de Economía en su campaña electoral anunció su propósito de eliminar el impuesto a las ganancias que tributan los empleados de elevados salarios en caso de llegar a la Presidencia el próximo 10 de diciembre afirmando: «Voy a enviar una ley con el tema ganancias si soy presidente, o por ahí antes», eludiendo la alta posibilidad de que su alianza sea una minoría en la próxima composición del Poder Legislativo, circunstancia por la que su promesa sería de dudosa concreción.

Empero, considerando su «por ahí antes», el Ministerio de Trabajo avaló un convenio celebrado entre YPF y el sindicato de los petroleros para que una parte de los salarios de unos 14.000 trabajadores sean eximidos retroactivamente del impuesto a las ganancias, medida que es contraria al sentido de la ley, ya que operaría como una extensión de la misma y las extensiones impositivas necesariamente deben establecerse mediante una ley aprobada por el Congreso Nacional.

Mientras que para el Gobierno y su Ministro de Economía «el fin justifica los medios», en la vereda de enfrente los jubilados se encuentran esperando su «por ahí antes» que, como es habitual, parecería que no les caben iguales derechos.

La Corte Suprema en varias de sus sentencias estableció jurisprudencia resolviendo que es inconstitucional que las jubilaciones y pensiones tributen el impuesto a las ganancias en virtud de que las mismas no son una ganancia ni una contraprestación sino un reintegro que percibe el beneficiario por haber realizado aportes al sistema previsional durante no menos de 30 años en pos de financiar su retiro de la actividad laboral, razones por las que no deben estar sujetas al pago del tributo.

Atento a que esta jurisprudencia no es aplicada por la ANSES para la totalidad de los beneficiarios del sistema sino solamente para aquellos que obtuvieron sentencias favorables en sus demandas judiciales, Massa se encuentra frente a la imperdible posibilidad de comenzar a dar cumplimiento a su promesa electoral con la totalidad de la clase pasiva en procura de beneficiarse con su voto en las próximas elecciones.

La esperanza es lo último que se pierde pero los antecedentes del «Sergio» permiten presuponer que no tomará ninguna iniciativa sobre este particular porque la burbuja explotará antes, como siempre.

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