Por Oscar Edgardo García.-

Una rápida lectura de las medidas anunciadas recientemente por Sergio Massa es suficiente para concluir inequívocamente que su filantropía carece de límites cuando se trata de hacerla con la plata del Estado y de sus ciudadanos.

La esencia de la filantropía es brindar riqueza a determinadas personas o grupos transfiriendo bienes que algunos tienen a otros que no disponen de ellos, que es precisamente lo que está haciendo el Ministro de Economía con sus medidas, con el mismo efecto que produce el bumerán, dado que al ser solventadas con emisión monetaria traen aparejados un mayor déficit fiscal, índices de inflación y de pobreza más elevados y la alta posibilidad de incumplimiento de las metas fijadas por el FMI.

Todo ello parece importarle poco y nada a Massa, ya que su campaña presidencialista es lo más fundamental en su vida y entiende que su «filantropía» aplica justificadamente para tal fin.

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