Oscar Edgardo García.-

Javier Milei manifestó enfáticamente: “Tengo el culo limpio; no necesito que la Corte me salve, por eso puedo hacer las reformas”.

Esta manifestación no amerita ser rebatida pero con sus inconsistentes defensas de la postulación de Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia está paulatina e inconscientemente ensuciando lo que afirma tener limpio.

El Presidente de la Nación está nadando en contra de la corriente, dado que ya se han expresado más de 30 organizaciones vinculadas con la defensa de la calidad institucional y de la Justicia con razones fundamentadas para rechazar a su candidato, motivo por el que debería reflexionar sobre su postura y conducirse conforme a una de las reglas de Sun Tzu: «La mejor victoria es vencer sin combatir.»

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