Por Oscar Edgardo García.-

La información que ha circulado en los últimos días da cuenta de que la ANSeS sacará de los cajones, donde tiene vergonzosamente abandonados desde hace muchos años a «la espera de Dios», a los miles de juicios que cuentan con sentencia judicial firme a favor de los jubilados y dará cumplimiento a la actualización y el pago inmediato de sus haberes previsionales con el reajuste correspondiente.

Por otra parte, el cobro del retroactivo por parte de los jubilados no se concretará en lo mediato dado que permanecerá pendiente durante varios años en virtud de que dependerá de la asignación restrictiva de las partidas presupuestarias anuales por parte del Congreso Nacional y, posteriormente, condicionado «a contar con el número premiado en la ruleta de la fortuna».

Resulta obvio de que la decisión gubernamental es parcialmente buena y que una vez más la alegría de los jubilados no es plena.

Los continuos castigos a los que está acostumbrada la clase pasiva, que se suman a su natural envejecimiento, plantean inevitablemente un interrogante: ¿Se hará justicia?

Confiemos en que en esta oportunidad la respuesta sea afirmativa.

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