Por Carlos Tórtora.-

Aunque en términos de lo que es la actual velocidad de la política es mucho tiempo lo que falta, ya se manejan estrategias de campaña para el 2025. Y, obviamente, el que aparece más complicado si no hay un fuerte cambio de tendencias, es el gobierno.

Sin embargo, hay una situación que en cierto modo puede favorecer a La Libertad Avanza. Es que el partido oficialista es oposición en Buenos Aires y en la mayoría de las provincias. Esto les facilitaría a los libertarios organizarse sobre el eje de la crítica a las respectivas gestiones locales.

En Buenos Aires se enfocaría entonces la campaña en ir contra la gestión de Axel Kicillof, que será probablemente la bandera principal que exhiba el justicialismo.

Muy distinto es el caso de la Capital, donde los seguidores de Milei no podrían descargarse contra Jorge Macri aunque no sean del todo oficialistas en el plano local.

Una alianza difícil

Otro dato central que ya se puede poner en la balanza es que el PRO se dirige a competir con LLA en primarias en unos cuantos distritos. Esto explicaría la incipiente resistencia de los amarillos a una reforma electoral que anule las PASO. Con la presentación de listas propias en las PASO, el partido de Mauricio Macri podría tratar de salir del incómodo papel de ser oficialista al cual el gobierno quiere limitarlo.

A todo esto, todavía está por verse si La Libertad Avanza estará en condiciones de convertirse en un partido nacional, porque todavía no lo es. Karina Milei, su armadora, todavía tiene por delante varias controversias legales en torno al uso de ese nombre.

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