Por Guillermo Cherashny.-

Los dos bloques que tiene el peronismo-kirchnerismo en la cámara de senadores se juegan a voltear la Ley Bases que llegó desde diputados y para eso creen que la discusión artículo por artículo, en lugar de cada capítulo, garantiza una sesión larguísima que puede cansar al presidente y que éste, enojado, la retire, como pasó en el mes de febrero.

Los senadores kirchneristas quieren discusiones largas y con chicanas para hacer tiempo, como un equipo chico de visitante ante un grande del fútbol argentino. Un objetivo muy menor para un partido político que tuvo poder de veto desde 1983 hasta esta última elección pero ahora, engolosinados por el voto de aumento de las jubilaciones en diputados la semana pasada.

«No somos más la mancha venenosa» dijeron después de la sesión en donde el radicalismo, ex PRO y provinciales, decidieron votar junto al kirchnerismo. Pero es difícil que se repita una alianza como ésta, salvo para un aumento del presupuesto universitario.

Algunos K se dan manija con logar 2/3 para insistir con esa ley si Milei la veta y luego, lisa y llanamente ir por la cabeza del presidente. Pero ningún bloque se sumaría a una aventura como esa y ni siquiera todo el bloque K.

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