Por Carlos Tórtora.-

La decisión de Mauricio Macri de convocar a un acto del PRO la semana que viene fue inmediatamente replicada por Karina Milei con el trascendido de que su hermano encabezará un acto masivo en el conurbano el 20 de agosto y que estará acompañado por Patricia Bullrich.

La tensión entre los dos bandos va en aumento y se profundiza ante la convicción de Milei de que Victoria Villarruel es la aliada de Macri en su estrategia para condicionar al gobierno. La vice por ahora se ocupa de diferenciarse del presidente, que la mantiene excluida de todo su armado político.

Macri, por su parte, seguiría apostando a que la creciente debilidad del gobierno en el plano económico lo llevará, más temprano que tarde, a tener que negociar un gabinete de crisis con el macrismo para evitar quedar aislado.

Aliados unidos por el espanto

A todo esto, no es un secreto que Macri apunta a competir con La Libertad Avanza en una PASO para definir las candidaturas a senadores y diputados nacionales.

Especularía el expresidente con la obvia debilidad de LLA, que todavía ni pudo conformarse como partido nacional y que se encuentra sometido a una serie de internas desgastantes.

De mantenerse la actual recesión, que hasta podría profundizarse, los libertarios necesitarían cada vez más del PRO para ganar unas elecciones legislativas que se les pondrán muy difíciles. Como es evidente, si por el contrario la economía mejorara, Milei tendría aire como para negarse a una primaria con el macrismo.

Mientras tanto, la agresividad del entorno presidencial con Macri va en aumento y días atrás Santiago Caputo acusó a Macri de ser un desesperado buscador de cajas.

Se habría referido a las maniobras del expresidente para colar a Guillermo Dietrich y Javier Iguacel en el gabinete.

Mientras tanto, Bullrich aparentemente difirió su decisión de dar un portazo en el PRO y se mantiene en el partido amarillo, aunque en una posición de extrema debilidad.

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