Por Carlos Tórtora.-

Las fundadas sospechas de fraude en la reciente elección presidencial venezolana han pasado a ser el eje de la política latinoamericana. Un dato curioso en el medio de este revuelo que recién empieza a armarse es que el Departamento de Estado tiene hasta ahora una actitud prudente ante el escándalo venezolano y, lo que es más llamativo, Donald Trump tampoco salió a condenar al régimen de Nicolás Maduro.

Sin duda alguna el que encabeza en agresividad la reacción contra Nicolás Maduro es Javier Milei, quien no ahorró calificativos y hasta se dirigió a las fuerzas armadas venezolanas para que derroquen al presidente. Así es que el gobierno argentino se puso al frente del reclamo de varios países latinoamericanos y europeos para que el gobierno de Caracas haga un recuento de votos imparcial.

Cómo es obvio, nadie espera que, luego de las maniobras fraudulentas del domingo, Maduro vaya a aceptar un recuento de votos que dé un resultado distinto. La idea de la cancillería argentina sería tratar de que la crisis interna en Venezuela se profundice y que Maduro pierda gobernabilidad.

La expulsión del embajador argentino en Caracas alimenta también la profundización de la crisis que busca Milei.

Cómo distraer

Para Milei, lo que está ocurriendo en Venezuela le vendría bien al menos por dos motivos. Para empezar, le facilita desplegarse como el líder de la derecha latinoamericana, posición que lo cotizaría ante los círculos de Washington.

En segundo lugar, si se instala fuerte como el cuestionador de Maduro, conseguiría un cauce para distraer la atención pública de la grave situación económica interna.

Para esto, el gobierno aprovecharía que el kirchnerismo tiene en este tema una actitud vergozante y no puede ni criticar ni apoyar abiertamente al régimen de Maduro.

Como parece obvio, el líder libertario apostaría a que la situación interna de Venezuela se descontrole y que Maduro deba enfrentar el peligro de una guerra civil, lo que es difícil que ocurra a menos que se fracture el ejército bolivariano.

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