Por Carlos Tórtora.-

La votación de la ley Bases hoy en el Senado puede marcar un antes y un después en la situación política. Pero el mayor cambio se daría, sin embargo, si el proyecto del gobierno es rechazado por el Senado. Por más que Javier Milei varias veces relativizó la importancia del tema, el golpe para el gobierno implicaría daños muy difíciles de revertir. Para empezar, en lo económico, ya que el círculo rojo le facturaría al presidente su incapacidad para negociar una sola ley con el Congreso. Tanto el FMI como los mercados están además atentos a ver si Milei está en condiciones de gobernar a través de leyes.

Pero además el gobierno gastó en la negociación por la ley todos sus recursos políticos. Ya no le quedan otras alternativas que no pasen por renunciar al superávit fiscal y emprender así un camino hacia su derrota.

La mayor parte de los analistas apuestan por otra parte a que, si el Senado derrota al presidente, éste se defenderá declarándole la guerra al Congreso. De ser así, la hipótesis de que en Diputados se consigan los dos tercios para iniciarle el juicio político crecería a ojos vista. El gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, uno de los que más transita el espacio opositor, acaba de afirmar que la declaración de Milei revelando que su misión es destruir al estado por dentro es suficiente causal de juicio político.

Si se llegara a estos extremos, el horizonte económico se oscurecería cada vez más, porque desaparecería todo vestigio de confianza en la economía de un país cuyo primer mandatario se encuentra en una cornisa. Esto sin hablar de que el agravamiento del conflicto Ejecutivo vs. Congreso podría llevar a que por simple mayoría los diputados rechacen y entonces deroguen el DNu 70/23, columna vertebral de la acción de gobierno.

Que hará el peronismo

Una victoria en el Senado inflaría la hipótesis del retorno del peronismo al poder. Por ejemplo, aumentarían las probabilidades de que Cristina Kirchner encabece la lista de diputados nacionales del PJ para el año que viene. También se afirmaría la creencia de que puede haber elecciones anticipadas y esto haría que los presidenciables peronistas, como Axel Kicillof y Sergio Massa, aceleren sus planes.

En definitiva, en esta hipótesis hay fuertes señales de pérdida de gobernabilidad que sólo podrían superarse a través de acuerdos que ni Milei ni el justicialismo parecen dispuestos a hacer.

Para el rumbo de la economía, el fracaso de la Ley Bases sería entonces un agravante difícil de evitar.

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